Si estás embarazada, el control fetal en el parto constituye una de tus mayores preocupaciones.
Existen varios métodos, todos ellos muy eficaces, para saber cómo se encuentra tu feto en cada momento. Hoy día, los avances científicos nos permiten afrontar el parto con tranquilidad.
Se tiende a tener monitorizados, en todo momento, tanto a la madre como al feto. Se habla de que el parto se ha deshumanizado y medicalizado en pro de la seguridad del feto, y probablemente sea así.
Para hablarte de los métodos usados en el control fetal intraparto te hago tres grupos:
- Métodos en desuso o de uso limitado
- Métodos universalmente implantados y aceptados
- Métodos en fase de implantación
1. Métodos de control fetal en desuso o de uso limitado:
Te cito aquí lo que denominamos la auscultación fetal intermitente. Consiste en escuchar el latido fetal cada 15-30 minutos durante la dilatación o con una frecuencia mayor, cada 5-10 min, durante el período expulsivo del parto.
La auscultación del latido se realiza con una «trompetilla» (Estetoscopio de Pinard) o con un pequeño aparato electrónico dopler apoyado sobre el abdomen de la madre.
Su uso es muy escaso, limitado a partos en casa y, por tanto, de muy bajo riesgo.
2.- Métodos de control fetal universalmente aceptados:
En este apartado te voy hablar de:
- Monitorización fetal o Registro cardiotocográfico
- Ph en sangre fetal
2.1. Monitorización fetal o Registro cardiotocográfico (siglas TNS o RCTG).
Este método son las vulgarmente conocidas como «correas». Son el método más usado y conocido de todos los que te voy a hablar en este artículo.
Su uso se ha extendido a todas las maternidades del mundo desde los años 60. Se basa en la auscultación del latido fetal y su registro en un papel continuo como el de la foto.
Gracias a su uso continuado, la posibilidad de muerte fetal intraparto casi ha desaparecido en países desarrollados.
Esta prueba tiene alto valor predictivo negativo, es decir, si el registro durante el parto es normal, el bebé está bien oxigenado con total seguridad.
Pero al contrario, si el registro es anormal, nos obligará a hacer una cesárea urgente sin que siempre se traduzca en un grave compromiso fetal. Ello indica que algunas de las cesáreas por esta indicación no serían necesarias, pues el feto estaría bien oxigenado.
Esta razón nos obliga a buscar otros métodos más fiables ante la sospecha de que el feto pudiera no estar bien en un determinado momento.
2.2. pH en sangre fetal (pHmetría)
Consiste en la determinación del pH en la sangre del feto.
Cuando un feto está con falta de oxígeno, el pH de su sangre disminuye y se vuelve más ácido.
Si tomamos una gota de sangre de la cabeza del feto, podemos hacerle un análisis y comprobar su pH. Para hacer la toma de la muestra ponemos un pequeño cilindro en la vagina la madre y lo apoyamos sobre la cabeza fetal. Obviamente, debes tener al menos unos 3 cm de dilatación.
La prueba es inofensiva y sin riesgos para la madre o el feto.
Su uso queda restringido a alteraciones en el TNS visto anteriormente, para poder aclarar los casos sospecha de sufrimiento fetal detectados por ese método. Se trata de reducir el nivel de cesáreas sin aumentar el riesgo fetal.
Este sistema complementa al anterior. La secuencia sería: Estás de parto y tienes las correas puestas. Si en cualquier momento existe una alteración grave en el registro que indique una sospecha de riesgo para el feto, podemos hacer un pH de la sangre fetal y aclarar si realmente puede estar en riesgo antes de indicar una cesárea urgente.
3. Métodos de control fetal en fase de implantación:
Existen dos métodos que pugnan por abrirse camino, con resultados variables:
- Pulsioximetría fetal.
- Electrocardiograma fetal y sistema STAN
3.1 Pulsioximetría fetal.
El pulsioxímetro es un sensor colocado sobre la superficie del feto (sobre la cara) y que nos permite saber, en todo momento, la cantidad de oxígeno que tiene la sangre fetal.
Si la saturación de oxígeno fetal baja, indica que el bebé está en riesgo de sufrimiento y tendríamos que hacer una cesárea.
El sensor se coloca por vía vaginal durante el parto, adosado a la cara del feto.
Su especificidad en la vigilancia fetal es similar a la determinación del pH en sangre fetal visto anteriormente.
Su implantación en los hospitales públicos ha sido desigual y no se ha estandarizado su uso.
3.2 Métodos basados en el electrocardiograma fetal (STAN)
Éste es el último método introducido (últimos 10 años) y que está intentando abrirse camino. Se basa en el estudio del electrocardiograma del feto.
Cuando un bebé tiene menor cantidad de oxígeno, presenta alteraciones en las ondas del electro (ECG) y el aparato (el más conocido es el STAN) lo detecta.
El registro del ECG se consigue situando un electrodo en la superficie de la cabeza del feto, por vía vaginal.
Cuando estás iniciando el parto, y aunque el registro de las correas sea normal, se coloca el electrodo al feto y se monitoriza por ambos métodos (RCTG y ECG).
Actualmente, este método está en plena fase de implantación y parece que la suma de ambos métodos (RCTG y STAN) y su estudio computerizado pueden mejorar los resultados perinatales.
Son muy pocos los hospitales que los están utilizando y, por tanto, la experiencia es aún escasa.
Es un tema complejo y, si tienes dudas, puedes consultarme. En cualquier caso, los ginecólogos seguimos buscando sin descanso que tu bebé esté siempre lo más seguro posible durante el parto.