En los últimos meses de gestación es normal tener contracciones, pero ¿cómo hacer un diagnóstico de parto prematuro?
Con frecuencia en la consulta o en las urgencias del hospital me preguntáis ¿cómo sé que las contracciones que tengo no son de parto?.
El tener contracciones es frecuente desde los 5 meses aproximadamente. Incluso algunas pacientes las tienen durante toda la gestación.
De hecho, entre los síntomas iniciales del embarazo está la sensación de bajarte o de tener la regla. Estos síntomas son pequeñas contracciones que el útero tiene al inicio de la gestación y que son normales.
Obviamente, en la segunda mitad de la gestación te preocupas. Tu gestación está avanzada, pero el bebé aún no tiene el peso suficiente.
La tasa de partos prematuros está en aumento y, hoy día, está próxima al 10% de las gestaciones.
Definimos como parto prematuro al que ocurre entre >22 y <37 semanas. A las 22 semanas el feto alcanza los 500 gramos, pero hoy día consideramos como viables los fetos de más de 24 semanas. Estos conceptos están cambiando constantemente, conforme la neonatología sigue avanzando.
No obstante, me gustaría aclararte que el que las contracciones sean frecuentes en el embarazo y el riesgo real de parto prematuro sea bajo, no quiere decir que si tienes síntomas o contracciones, dejes de acudir al hospital.
Los tratamientos cada vez son mejores y sólo el 15 % de los ingresos por parto prematuro terminan antes de las de 34 semanas. Aunque el concepto de parto prematuro pone el límite en 37 semanas, si tienes más de 34 semanas y una amenaza de parto prematuro, no te ponemos ya tratamiento. Un bebé con 35 semanas pesa ya unos 2500 gr.
En este artículo te comento cómo diagnosticamos la amenaza de parto prematuro a tu llegada al hospital refiriendo contracciones.
Diagnóstico de parto prematuro
Cuando llegas a urgencias nos basamos en:
- Historia clínica, antecedentes y factores de riesgo
- Exploración clínica del cuello del útero.
- Ecografía vaginal
- Registro cardiotocográfico o correas.
- Test de fibronectina.
Historia clínica
A tu llegada revisamos tu historial y la posible existencia de factores de riesgo. Los principales son el antecedente de parto reciente, en especial si los has tenido prematuros, y embarazos gemelares o con líquido amniótico abundante (hidramnios).
Exploración vaginal
El ginecólogo te explora y observa al tacto si el cuello del útero está cerrado y duro. En caso contrario, cuello blando y/o abierto con dilatación, tu riesgo de parto prematuro aumenta.
Ecografía vaginal
La ecografía vaginal es la principal herramienta de un ginecólogo, sobre todo en casos de amenaza de parto prematuro. Hoy consideramos que es el método de elección para el diagnóstico de parto prematuro, cuando acudes a urgencias de un centro hospitalario refiriendo contracciones.
Medimos la longitud del cuello del útero por ecografía y, si tienes contracciones regulares, te hacemos el diagnóstico de amenaza de parto prematuro. A mayor longitud del cuello, menos riesgo de parto prematuro.
Pero a lo largo de la gestación el cuello va acortándose progresivamente. Consideramos que tienes riesgo de parto prematuro si, en presencia de contracciones, tu cuello mide menos de 25 mm antes de las 28 semanas y menos de 20 mm antes de las 32 semanas.
Observa que hablo siempre en presencia de contracciones.
Registro cardiotocográfico
Denominamos registro cardiotocográfico, o monitorización fetal, a las coloquialmente conocidas como «correas». Este aparato registra las contracciones con las que acudes al hospital. Si tienes contracciones, puedes o no tener riesgo de parto prematuro, en función de la exploración y la ecografía.
Por tanto, se requieren contracciones y modificaciones en la dureza y/o dilatación y/o acortamiento del cuello del útero.
Test de fibronectina
La fibronectina es una sustancia protéica presente en el líquido amniótico, placenta y entre las membranas fetales. No se detecta en la vagina en embarazadas normales de más de 18 semanas.
Su presencia en vagina, detectada por el test de fibronectina, indica riesgo de parto prematuro.
El test es sencillo, basta con tomar una muestra de flujo de la vagina con un simple bastoncillo.
En caso de no disponer de ecografía vaginal, el test de fibronectina puede ser muy útil en el caso de una embarazada con contracciones regulares entre las 24 y 37 semanas.
Algunos centros hospitalarios la emplean para casos en los que el cuello por ecografía es intermedio y no aclara el diagnóstico, es decir, con una longitud entre los 20-25 mm, como método para afinar en el pronóstico.
Si tras estas pruebas se decide que tu embarazo tiene amenaza de parto prematuro, te ingresamos para ponerte tratamiento e intentar «parar» las contracciones y que tu hijo no nazca antes de tiempo.
Si tienes dudas, puedes consultarme sin salir de casa.