El prolapso genital afecta a una de cada diez mujeres a lo largo de su vida. ¿Quieres conocer los tipos y cómo pueden afectarte?
El prolapso genital es el descenso de los órganos pélvicos (vejiga, útero, ovarios y recto) que tienden a salirse (herniarse) por el orificio de la vagina.
El origen es el debilitamiento y fallo de las estructuras ligamentarias de soporte de estos órganos, es decir, del suelo pélvico.
El problema está en que afecta a multiples órganos e implica problemas urológicos, sexuales, ginecológicos y digestivos.
¿Cuál es la causa o factores predisponentes del prolapso?
Si tienes un propaso, no busques una sola causa. Lo habitual es que influyan múltiples motivos en cada caso:
- Predisposición genética o constitucional: Los tejidos y ligamentos de algunas mujeres son más débiles que en otras por motivos genéticos, es decir, por predisposición personal. No tiene corrección, cada persona es como es.
- Raza: en la raza blanca o amarilla la frecuencia es mayor. En la raza negra son más raros.
- Embarazo: a mayor número de embarazos o con fetos de mayor peso, aumentan las posibilidades.
- Parto: El parto vaginal, sobre todo si es instrumental o más traumático, también predispone al prolapso.
- Edad.
- Obesidad: cuanto mayor peso y volumen soporten los genitales, más fácil es que los tejidos cedan y desciendan, o se salgan a través de la vagina.
- Antecedente de cirugías pélvicas.
- Estreñimiento crónico.
- Menopausia o la falta de hormonas femeninas.
- Actividad física intensa, con levantamiento de pesos excesivos, deportes con saltos, etc.
- Enfermedades respiratorias, asma, etc.
La lista es interminable como ves…
¿Son todos los prolapsos iguales?
No, ciertamente. Tengo que hablarte de tipos y grados:
Tipos de prolapso.
Para explicarlo te diré que dividimos la pelvis en tres compartimentos anatómicos: Anterior, medio y posterior. Cada compartimento puede «descolgarse» de forma aislada o en conjunto con los otros dos.
Dependiendo del compartimento así desciende un órgano u otro y así programamos el tratamiento a realizar. Con frecuencia confundes la vejiga con el útero, etc. Te lo explico.
- Descenso de la pared vaginal anterior (compartimiento anterior): lo que desciende es la vejiga. Con frecuencia nos comentáis, «se me ha descolgado la vejiga». Existen dos posibilidades. Sólo el cuello de la vejiga (uretrocele) o la vejiga completa (cistocele).
- Descenso del útero o de la cúpula de la vagina (si ya tienes el útero quitado) (compartimento medio). Lo llamamos prolapso de útero o propaso de cúpula vaginal.
- Descenso de la pared vaginal posterior: En estos casos lo que tiende a salirse es el recto (intestino grueso) y lo denominamos rectocele. En algunos casos se tiende a salir el intestino delgado (fondo de la vagina) y se denomina enterocele o douglascele.
Los nombres son lo de menos, pero dependiendo del órgano o el compartimento que esté debilitado, así programamos el tipo de intervención para repararlo.
Es muy frecuente que más de un compartimento esté implicado en el problema.
Grados de prolapso
Además de saber qué órgano se «descuelga» también es importante saber el grado, pues determina cuándo debemos de intervenir para reparar tu prolapso.
Grado I: El órgano en cuestión, vejiga, útero o recto, está descendido ligeramente, pero no asoma por el introito, es decir, por la entrada de la vagina.
Grado II: el órgano descendido asoma ligeramente por la entrada de la vagina.
Grado III: el órgano asoma y sobresale a simple vista por la entrada de la vagina.
Grado IV: todos los órganos están claramente fuera, vejiga, útero y recto. La vagina se «da la vuelta como un calcetín» y todo está permanentemente fuera. A veces, incluso para orinar y defecar, tienes que introducir el bulto en la vagina y reponerlo a su sitio natural.
¿Qué síntomas produce el prolapso genital?
Como habrás supuesto los síntomas dependerán del compartimento del suelo pélvico que descienda y del grado o gravedad del problema según los datos que hemos visto hasta ahora.
El síntoma principal es la sensación de bulto en los genitales. Me decis, «me ha salido un bulto por la vagina» o » tengo la sensación de que se sale algo»…
Son frecuentes los síntomas urinarios: incontinencia de orina (escapes) al toser, reír, subir escaleras o hacer esfuerzos. En algunas ocasiones ocurre al contrario. Si tienes un prolapso grado IV puede que no puedas orinar y tengas que meter el bulto hacia adentro para conseguirlo.
Dificultad para defecar. El problema es similar al anterior en los prolapsos de compartimento posterior (rectocele) grado IV. Necesitas «meter el bulto» para conseguir ir al baño.
Alteraciones en la relación sexual: son frecuentes el dolor, o incluso la imposibilidad mecánica de mantener relaciones.
Dolor en bajo vientre irradiado hacia los riñones o sensación de peso constante.
¿Cómo se hace el diagnóstico de prolapso genital?
- Historia clínica: nos debes contar las molestias que te ocasiona el problema y valorar la gravedad de la situación. Si las molestias son intensas, pensaremos en operarte.
- Exploración clínica: es la base del diagnóstico.
- Estudio urodinámico: en casos de incontinencia urinaria mixta, conviene tener una valoración por el urólogo antes de operarte.
- Ecografía: permite completar el diagnóstico y descartar otros problemas en útero y ovarios.
Hacer el diagnóstico es sencillo con una exploración ginecológica.
¿Qué tratamiento es el más recomendable para el prolapso?
Existen dos tipos de tratamiento: médico y quirúrgico. Empleamos los tratamientos médicos en casos leves y asintomáticos, y reservamos la cirugía para los casos avanzados, grados II-III-IV y con síntomas importantes.
1.- Cambios en los hábitos de vida.
- Eliminar los factores predisponentes anteriores.
- Administrar cremas con estrógenos locales.
2.- Ejercicios de suelo pélvico como los Ejercicios de kegel.
Los ejercicios permiten el fortalecimiento de los esfínteres y musculatura del suelo pélvico. Lo más importante es ser constante.
3.- Colocación de pesario.
Es un anillo de silicona que se introduce en la vagina y sujeta los genitales internos para que no se salgan. Se coloca en la consulta de tu ginecólogo. Es muy usado en pacientes ancianas en las que la cirugía puede estar contraindicada o que tienen elevado riesgo quirúrgico.
4.- Cirugía.
En los casos graves, en los que los ejercicios de suelo pélvico no son suficientes y notas salida de bulto en tus genitales (grados II a IV), es necesario reparar con cirugía.