El parto instrumental puede evitar daños neurológicos a tu bebe y evitar una cesárea. ¿Cuándo lo utilizamos?
Tras el periodo de dilatación comienza el periodo expulsivo y los pujos para hacer salir a tu bebé. En algunas ocasiones, el parto se prolonga y por el bien del bebé o de la madre conviene acortar este momento.
Los partos instrumentales son de tres tipos:
- Parto fórceps
- Parto Espátulas
- Parto ventosa o vacuo.
Los partos instrumentales son conocidos y usados desde muy antiguo (hace más de 3000 años), pero es en el siglo XVII cuando se popularizan los fórceps.
Desde entonces su uso ha ido en aumento, sobre todo porque la cesárea y la anestesia no han sido un método seguro hasta hace unas pocas decenas de años. Al ser la alternativa (la cesárea) un método muy arriesgado en aquellos años, se usaban los fórceps.
La mala fama de los partos instrumentales se debe a:
- Se usaban en condiciones muy difíciles en los primeros años, con cabezas muy altas. Ahora, la cabeza debe estar encajada y a no más de 3 cm de la salida de la vagina. Si la cabeza está más alta, indicamos una cesárea.
- Obviamente, se emplean para solucionar un parto con complicaciones y desde ese momento dejas de disfrutarlo tanto.
Hoy día la cesárea es muy segura, pero sus complicaciones son mayores que en el caso del parto vaginal.
La tasa de partos intrumentales supone un 10-15% de los partos actuales totales.
¿En qué casos hacemos un parto instrumental?
El objetivo a conseguir es que, como madre, tengas un parto lo más natural posible. En tu caso concreto, si el parto se complica, tu ginecólogo decide cuál es la vía más adecuada: cesárea o parto vaginal instrumental.
Las indicaciones pueden ser:
- Por causa fetal: el caso más frecuente es el de un feto con riesgo de pérdida de bienestar fetal (antiguamente llamado riesgo de sufrimiento fetal). El objetivo es acortar el tiempo que estás empujando para ayudar al bebé a que salga antes.
- Por causa materna: Si eres una madre con una patología que te contraindique empujar excesivamente, te ayudamos haciéndote un parto instrumental y acortando el tiempo del expulsivo. Pacientes con cardiopatía, retinopatías, etc. Es decir, cualquier problema materno que te impida empujar adecuadamente.
- Por estancamiento del periodo expulsivo: el bebé no termina de bajar y/o rotar y salir. Este es el caso de periodos expulsivos largos, cabezas de bebés que no rota y madres agotadas. Habitualmente, cuando no se produce el parto tras tres horas de pujos. Estos valores son aproximados y dependen de tus condiciones (primípara o multípara, con o sin epidural puesta). Con el uso de la epidural y madres que no pueden deambular en el parto es cada vez más frecuente. Las madre tumbadas tienen expulsivos más largos.
No existe un tiempo exacto de expulsivo, todos los valores son aproximados y dependen de las condiciones, tanto de la madre como del feto. Cada parto es único y debe ser valorado de forma individualizada.
¿Qué condiciones exige un parto instrumental?
- Cabeza fetal encajada: Es decir, que esté en la vagina y a menos de 3 cm de la salida. Como ves, se trata de ayudar al feto a salir en el último momento. Hoy día no se deben hacer partos instrumentales para «bajar la cabeza» como antiguamente. Si la cabeza del bebé no está encajada y hay que terminar el parto, indicamos una cesárea.
- Ginecólogo con experiencia, que realice una correcta valoración y ejecución del parto instrumental.
- Anestesia satisfactoria, generalmene epidural.
- Medios para hacer una cesárea urgente si la extracción no se consigue fácilmente.
- Dilatación completa.
- Ausencia de sospecha de alteraciones en la coagulación fetal o en su mineralización ósea.
- Ausencia de evidencia de desproporción entre el tamaño de la cabeza y la pelvis materna.
¿Qué instrumentos utilizamos?
Básicamente se dividen en tres:
- Fórceps
- Vacuo o ventosa
- Espátulas
Fórceps:
Son dos ramas metálicas articuladas en su porción media. Es el instrumento más antiguo y, quizás, el más útil. Permite sujetar, rotar y traccionar suavemente de la cabeza fetal para hacerla asomar por la vulva.
Es un instrumento que, en manos de un ginecólogo con experiencia, tiene muy escasas complicaciones. Por tanto, y tal como se usa hoy día, es muy seguro para el feto (más que el vacuo). Sí conviene comentar una mayor tendencia a las lesiones en el canal del parto.
Su mala fama deriva de la forma de usarlo antiguamente. Hoy tiene indicaciones y condiciones de uso muy precisas.
Vacuo o ventosa:
Es un intrumento en forma de campana o ventosa de unos 5 cm de diámetro que se adosa a la superficie de la cabeza fetal y se fija haciendo vacío.
Favorece la flexión y la tracción de cabeza hacia afuera de la vagina.
Las condiciones de su uso son similares a las del forceps. Es un instrumento, muy sencillo en su uso, y de ahí su mayor uso con respecto al fórceps en muchas maternidades. Tiene el inconveniente de que, si bien es muy seguro su uso, el riesgo de complicaciones fetales es ligeramente mayor que con el fórceps. Las complicaciones para la madre son similares a las de un parto normal.
Espátulas:
Es el instrumento más moderno y menos usado de los tres. Se diseñó y comenzó a usar recientemente, en los años 50.
Son dos ramas metálicas, parecidas a unas cucharas, que se colocan cada una a un lado de la cabeza fetal y favorecen la salida. Actúan como unos «calzadores», favoreciendo la salida de la cabeza del feto. Tienen una acción propulsora y no tractora como los anteriores.
La seguridad para el feto es similar a la del fórceps y la seguridad para la madre es similar a la del vacuo. En mi opinión es un instrumento muy útil, seguro y eficaz.
¿Qué elegir si necesitas un parto instrumental?
En mi opinión, tu ginecólogo debe decidir usar el que maneje mejor. Las complicaciones son muy similares, como he comentado. Yo, concretamente, prefiero y uso habitualmente las espátulas.
La ventosa es más sencilla, requiere menos anestesia, tiene menos riesgo de lesión del canal materno del parto, pero su riesgo fetal es ligeramente mayor. A veces falla (se escapa) y requiere usar el fórceps en su lugar.
El fórceps, es muy seguro para el feto, puede utilizarse en fetos prematuros, y permite rotación. Requiere una anestesia epidural y las lesiones del canal blando del parto son mayores. El fórceps es actualmente el más recomendado en comparación con el vacuo, en países desarrollados.
¿Cuándo hacer una cesárea?
Es la pregunta final y te la contesto de forma sencilla.
Si tras tres intentos o más de 15 minutos no se consigue extraer el feto, se indica una cesárea. Ésta es la clara recomendación de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) en su protocolo de 2013.
Todas las actuaciones médicas tienen su riesgo y sus complicaciones. Los riesgos de una cesárea son mayores que los de un parto instrumental, realizado con los criterios y las recomendaciones actuales.
Si aún tienes dudas, puedes consultarme y te las resolveré desde tu casa. El objetivo es vivir y disfrutar el inolvidable momento del parto.
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