Dar el pecho a tu hijo es algo innato y natural pero conviene revisar la técnica de lactancia materna correcta para evitar malos hábitos que favorecen las complicaciones.
La aparición de complicaciones son uno de los principales motivos de abandono de la lactancia natural.
La lactancia materna se ha convertido en el pilar fundamental de la alimentación y crianza del recién nacido, y por ella apostamos todos los sanitarios.
Dadas sus innumerables ventajas, es la opción más recomendada para alimentar a tu bebé, pero para muchas madres, a veces, se convierte en motivo de agobio e incluso de frustración.
De hecho, en España, 2/3 de las madres salen del hospital dando el pecho a sus hijos. Por el contrario, a los 3 meses sólo 1/4 continúa con la lactancia como alimento exclusivo del bebé. Estos datos justifican mi artículo.
Dudas iniciales
¿Podré dar de mamar a mi hijo?, ¿sabré hacerlo?, ¿tendré suficiente leche? o ¿será buena? son algunas de las preguntas que te planteas cuando optas por este tipo de lactancia. Esto, a su vez, se traduce en una ansiedad creciente que no te permite disfrutar plenamente de ese momento tan especial.
Quédate con este concepto: absolutamente todas las madres tienen la capacidad de amamantar a sus hijos durante el tiempo que deseen. Sólo es necesario conocer las técnicas y posturas más adecuadas para ayudar a que la lactancia sea lo más fácil y fructífera posible.
Al comienzo, en el primer y segundo día postparto tienes calostro, y hacia el tercer día se produce ya la subida del pecho. Por este motivo, es en estas primeras horas cuando más importante es una técnica de lactancia adecuada.
Técnica adecuada
Como ya te he comentado, una mala técnica o postura a la hora de dar el pecho puede disminuir la producción y salida de leche, pero ¿por qué?.
La posición de la boca y la lengua del bebé a la hora de mamar tienen mucho que ver, ya que harán que el mecanismo de succión sea o no el adecuado.
La forma correcta de mamar es aquella que permite que tu hijo “ordeñe” el pecho, atrayéndolo con su lengua y apretándolo contra el paladar en un movimiento de vaivén. Para ello debes seguir los siguientes pasos:
1. Introducir en la boca todo el pezón y gran parte de la areola, ofreciendo el pecho desde abajo, y quedando la boca de tu bebé muy abierta y a la vez sellada alrededor de la mama, con los labios hacia afuera.
La barbilla debe tocar el pecho. Te puedes ayudar de los dedos, colocándolos a modo de pinza sobre la areola, o de la mano, sujetando toda la mama, para dirigir el “enganche”.
Hazlo con tu pulgar arriba de la areola. También puedes rozar la mejilla de tu bebé con el pezón para que lo busque.
2. El cuerpo del niño debe contactar plenamente con tu cuerpo (contacto “ombligo con ombligo”). Tu bebé no tiene que girar la cabeza para mamar.
3. Tu postura debe ser cómoda y relajada, tratando de mantener la espalda recta, ya sea sentada o tumbada de costado.
4. La cabeza del bebé debe reposar en tu antebrazo, no en el hueco del codo. Te puedes ayudar con una almohada para apoyar bien el brazo.
5. Nunca le acerques el pecho al niño, ya que la espalda quedará arqueada. Tu aproximas el bebé a tu cuerpo. Si se ha realizado la técnica correctamente, observarás que las mejillas del niño no se hunden cuando succiona, y así evitarás también la aparición de las temidas “grietas”.
Otras consideraciones:
La duración y la frecuencia de las tomas variarán en función del ritmo de cada niño, y será tu bebé quien marque los tiempos. Para orientarte, la media de tiempo en cada pecho será de unos 10 minutos, pero ya te digo que es muy relativo.
También hay niños que maman de un pecho y otros que lo hacen de los dos, no hay reglas, aunque sí es recomendable que termine con uno antes de ofrecerle el otro por el cambio que sufre la leche durante la toma.
Y siempre que inicies una nueva toma, deberás empezar por el último pecho del que mamó en la toma anterior. Se trata de una lactancia “a demanda”, así que tranquila y con paciencia.
Con estas recomendaciones básicas disminuirás el abandono y las complicaciones, y dar el pecho a tu bebé se convertirá en una de las mejores experiencias de tu vida.