En la ecografía de las 20 semanas te tranquilizamos descartando que tu bebé tenga alguna malformación.
Es la segunda ecografía que se realiza en la Sanidad Pública pues la primera es a las 12 semanas.
Uno piensa, como padre que soy, que tras esta ecografía el embarazo seguirá curso normal hasta el final. Pues como ginecólogo te digo que también es así y de ahí su importancia.
El riesgo al nacer de tener un defecto congénito es del 2-3% de los embarazos. La mayoría de ellos son malformaciones: son defectos congénitos que pueden diagnosticarse por ecografía, lo cual nos indica su importancia.
Se realiza en la cuarta visita de la gestación y puedes revisar ese enlace para mayor información.
¿Cuándo y cómo se realiza una ecografía de las 20 semanas?
Aunque se denomina ecografía de las 20 semanas, puede realizarse entre las 18 y 22 semanas. En estas fechas el feto está bien desarrollado, la mayoría de los órganos se visualizan correctamente.
Además, ten en cuenta que la legislación española actualmente (2014) permite la interrupción de la gestación hasta las 22 semanas de gestación (en caso de defecto congénito grave).
La búsqueda de malformaciones fetales es uno de los principales usos de la ecografía actualmente.
Se realiza por vía abdominal (no debes ponerte cremas en el abdomen en las 24 horas anteriores), si bien en algunos casos también la completamos por vía vaginal. Si necesitamos valorar el cuello del útero para ver si está modificado o «acortado», o la posición de la placenta puede que tu ginecólogo además emplee la vía vaginal.
Es una ecografía, más entretenida de lo habitual, y suele durar unos 20 min. Su duración es mayor en caso de detectarse alguna malformación, o en posiciones fetales que dificulten su visualización o si se trata de una gestación gemelar.
¿Qué estudiamos en el feto?
- Número de fetos: gestación simple, gemelar, trillizos…
- Posición: lo habitual es la situación longitudinal (de cabeza o de nalgas ), pero también puede estar en situación transversa. En este momento de la gestación es poco relevante la posición del feto ya que su posición definitiva la alcanzan hacia el final de la gestación.
- Viabilidad: estudiamos su frecuencia cardiaca.
- Biometría: tomar las “medidas al feto” para ver si su desarrollo es correcto. Para ello, las diferentes medidas se comparan con tablas establecidas para cada semana de gestación. Los fetos no se miden “enteros”, se miden por partes. Las medidas más usadas en esta ecografía, para que te «suenen» los nombres, son (a veces necesitaremos hacer otras):
- Diámetro biparietal (DBP): mide el ancho de la cabeza “de oreja a oreja”.
- Circunferencia cefálica (CC): circunferencia de la cabeza.
- Diámetro transverso del cerebelo (DTC).
- Cisterna Magna (CM).
- Pliegue nucal (NF).
- Longitud de fémur y húmero (LF / LH).
- Circunferencia abdominal (CA).
- Morfología: Se estudian todos y cada uno de los órganos fetales forma detallada. Así, visualizamos la cara , las estructuras intracraneales, brazos y piés, estómago, corazón, pulmones, riñones….. y el sexo fetal. Es en este momento, cuando detectamos y valoramos las posibles malformaciones fetales.
- Anejos fetales: Llamamos anejos a la placenta, cordón umbilical y líquido amniótico. Valoramos la posición de la placenta para detectar la placenta previa. Una inserción del cordón anormal nos sugiere que pueda existir asociada alguna otra alteración fetal o puede dar problemas en el momento del parto. El líquido amniótico es imprescindible para el feto y su desarrollo, y siempre es valorado en cada ecografía que te hacemos.
- Estudio de útero y los ovarios: buscamos, por ejemplo, si existen miomas que puedan dificultar el desarrollo de la placenta o el parto.
Limitaciones de la ecografía morfológica
Cuando hacemos una ecografía existen limitaciones que pueden disminuir la capacidad diagnóstica de la prueba.
La ecografía, por desgracia, no lo ve todo. Ojalá no fuese así.
La sensibilidad general de la ecografía de las 20 semanas para detectar malformaciones es del 50-70%, tal como se te informa al firmar el consentimiento informado previo a la realización de la prueba.
Esta cifra, obtenida como media, puede ser mayor en unos centros que en otros, sobre todo en centros especializados de diagnóstico prenatal.
Pero existen varias limitaciones:
– Por las condiciones de la madre: La obesidad materna, la presencia de abundante gas intestinal, o la existencia de miomas pueden dificultar la transmisión del ultrasonido y la ecografía “ se ve mal”. Todo ello disminuye la capacidad diagnóstica de la ecografía.
– Por las condiciones del feto: a veces el feto “no tiene buena posición” y dificulta la exploración. Podemos esperar a que se mueva o simplemente repetir la ecografía en unos días. El líquido amniótico disminuido también limita la exploración.
– Por el tipo de malformación: algunas malformaciones que se desarrollan, se producen o se manifiestan después de las 20 semanas y por tanto no podemos detectarlas en este momento. Algunas cardiopatías fetales serían un ejemplo.
– Por el aparato de ecografía: cuanto mejor es el ecógrafo, mayor resolución y capacidad. Como ginecólogo procuro tener siempre aparatos de alta resolución y última generación.
– Por el ginecólogo – ecografista: la experiencia y la cualificación son fundamentales. Busca ginecólogos con experiencia.
Todas estas consideraciones (aún con sus limitaciones) hacen de la ecografía de las 20 semanas, la prueba principal de tu embarazo. Y piensa que si hasta ahora todos los controles realizados indican que tu hijo se está desarrollando de forma normal, será poco frecuente que aparezca una malformación en el resto de la gestación.
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Ecografía de las 20 semanas ¿La más importante? • ConsultaTuGinecologo.com