La flora vaginal son los microbios naturales existentes en tu vagina para protegerte de las infecciones.¿Quieres saber más?
Tener una buena flora vaginal te protege de las infecciones. Llamamos vulvovaginitis a las infecciones de vulva y vagina. La vagina es una cavidad abierta al exterior y en vecindad con la zona anal. Por otro lado, las menstruaciones, el uso de tampones y las relaciones sexuales son factores que modifican la composición de la flora vaginal.
La mayoría de las mujeres tiene algún episodio de vulvovagintis, e incluso más de uno, a lo largo de su vida.
Hoy te voy a explicar qué es la flora vaginal y qué utilidad tiene el cuidarla. Cada día salen al mercado nuevos productos para mejorar la flora vaginal.
¿Qué es la flora vaginal?
La flora vaginal son los gérmenes que tapizan la mucosa vaginal. Los gérmenes pueden ser naturales («buenos») o, por el contrario, ser patógenos («malos»).
Por el simple hecho de estar en el mundo, nuestro organismo está recubierto de gérmenes. La vagina es una cavidad especialmente sensible a los cambios en dicha flora vaginal.
La mucosa vaginal produce secreciones características y bien conocidas por cada mujer. Este exudado contiene gran cantidad de alimento que permite la colonización de gérmenes, buenos y malos.
Los gérmenes más conocidos son los lactobacilus acidófilos de Döderlein (su descubridor). Tienen la capacidad de generar un ambiente ácido. Los ambientes ácidos dificultan que aniden otros gérmenes patógenos como pueden ser las cándidas (hongos) y la Garnerella.
La vagina debe mantener un pH más bajo (sobre 4) que la piel (5,5) para mantenerse protegida.
Pero para complicar las cosas, la vagina sufre multitud de cambios a lo largo de tu vida. Los dos factores principales, que modifican la composición de la flora vaginal, son las diferentes etapas de la mujer y la producción de estrógenos.
Los estrógenos son las principales hormonas sexuales de la mujer. La cantidad de exudado vaginal depende directamente de la producción de estrógenos.
¿Cómo afectan las etapas de tu vida a la composición de la flora vaginal?
Existen diferentes periodos a considerar:
- Al nacimiento
- Antes de la primera regla
- En el periodo fértil
- Embarazada
- Durante la menstruación
- Postmenopausia.
Cada uno de estos momentos produce cambios en la composición de la flora vaginal. Veámoslos con mas detalle:
Cambios al nacer
El feto dentro del útero no contiene gérmenes patógenos, aunque se han aislado ya lactobacilus naturales procedentes de la vagina de la madre, dentro de la bolsa amniótica.
Al nacer, y desde el mismo momento de su paso por la vagina de la madre, el recién nacido se coloniza de multitud de gérmenes naturales que constituirán su flora natural, tanto en piel como en vagina, boca o intestino.
La flora, en esta epoca inicial, se compone de gérmenes de la piel y del intestino.
Antes de la primera regla (menarquia)
En la niña, antes de los 12 años, la composición de la flora vaginal es distinta a la de la mujer adulta.
La producción de estrógenos es mínima y, por tanto, la secreción vaginal (ya he comentado que es rica en nutrientes) es escasa.
Los gérmenes son igualmente los procedentes de la piel y de la zona perianal.
En mujeres fértiles, con hormonas.
La primera menstruación aparece como consecuencia de la producción hormonal de estrógenos por los ovarios. Aumentan la sección o exudado vaginal, creando un ambiente rico en nutrientes.
Este ambiente favorece la colonización por gérmenes como los lactobacilos («buenos») pero también favorece la llegada de gérmenes como los hongos y la Garnerella si las condiciones son apropiadas (subida del pH).
En el embarazo
El ambiente hormonal del embarazo aumenta las secreciones vaginales y favorece la proliferación de lactobacilos y bajada de pH.
Durante la menstruación
La menstruación modifica el pH, es más alto (menos ácido) por la sangre y productos de la descamación de la mucosa interior del útero. Por otro lado, el uso de tampones arrastra los lactobacilus. La consecuencia es una alteración en la flora vaginal que favorece las infecciones o vaginitis.
En la menopausia
Tras el cese del funcionamiento del ovario, baja la producción de estrógenos y desaparecen las menstruaciones.
La escasa secreción vaginal, disminuye los nutrientes en la vagina y la flora vaginal disminuye. Los lactobacilus son nuevamente sustituidos, en buen parte, por flora intestinal y de la piel. Las infecciones por hongos y Garnerella son menos frecuentes que en la época fértil y son más frecuentes las infecciones vaginales por gérmenes típicos en las infecciones de orina.
Por tanto, mantener una adecuada flora vaginal puede disminuir las tan frecuentes vaginitis. Los cambios de dicha flora determinan el tipo de germen que las origina.