El ciclo menstrual es una cuestión importante en la vida diaria de la mujer. Te explico qué lo produce y para qué existe.
Uno de los principales motivos de consultar a un ginecólogo son las alteraciones en el sangrado menstrual, bien por su cantidad o por cambios en su frecuencia. Pero lo primero es comentarte lo que denominamos un ciclo menstrual normal y explircarte en qué consiste.
¿Qué es el ciclo menstrual normal?
El ciclo menstrual es el sangrado periódico que tiene cada mujer desde la pubertad hasta la menopausia.
El ciclo menstrual y la capacidad reproductora de la mujer están íntimamente ligadas. Las mujeres tenéis posibilidad de embarazo en la ovulación, pues es cuando sois fértiles. La ovulación es la responsable de que a los 14 días aparezca la menstruación.
La mucosa que tapiza el interior del útero responde a los estímulos hormonales del ovario. A su vez, el ovario responde a los estímulos hormonales de una glándula existente en el cerebro. Por tanto, en la regulación del ciclo menstrual intervienen:
- útero
- ovarios
- hipofisis y cerebro.
Estos tres «protagonistas» son los responsables del ciclo menstrual.
En un ciclo menstrual distinguimos varias fases hormonales:
Fase proliferativa:
El ovario de la mujer segrega dos tipos de hormonas: los estrógenos y la progesterona. Ambos son, a la vez, antagónicos y complementarios. Te lo explico.
Tras la menstruación (se incluye en esta fase), el ovario aumenta la producción de estrógenos hasta la ovulación. En la fase proliferativa predominan los estrógenos. Son responsables de esa «mayor actividad vital» que notas tras la menstruación.
En esta fase proliferativa, bajo la acción de los estrógenos, la mucosa del interior del útero se desarrolla y prolifera rápidamente.
El ovario, con sus hormonas, actúa sobre la mucosa del útero, pero ¿qué controla al ovario?. La hipófisis es un glándula situada en el interior del cráneo, debajo de la corteza cerebral y detrás de los ojos. Produce dos hormonas, FSH y LH. Ambas son las responsables de controlar al ovario.
En esta primera fase proliferativa predomina la producción de FSH.
La determinación de la FSH nos sirve como indicador indirecto de la reserva ovárica. Es una prueba básica en el estudio de esterilidad. Podríamos decir que nos indica lo «envejecido» que está tu ovario.
Fase ovulatoria
Cuando la producción de estrógenos llega a un determinado nivel, la hipófisis libera gran cantidad de LH (pico de LH) y a las 32-36 horas se produce la ovulación.
Como ves, el ovario recibe el estímulo de la hipofisis (y ésta del cerebro) y la hipofisis se estimula, a su vez, por los estrógenos del ovario.
Durante la ovulación, el ovario se abre y deja salir el óvulo hacia las trompas, camino de la cavidad del útero.
Inmediatamente, tras la ovulación, se produce un cambio hormonal. El ovario segregará gran cantidad de progesterona hasta la menstruación.
En ciclos «normales» de 28 días, la ovulación se produce en el día 14º del ciclo, teniendo en cuenta que el día 1º es el de inicio de la menstruación. El proceso de la ovulación dura unas pocas horas.
La determinación sobre si tus ciclos son ovulatorios es muy importante en el estudio de esterilidad. En algunos casos puedes tener ciclos anovulatorios (sin ovulación) y tener reglas.
Cuando tomas anticonceptivos, tienes regla pero no ovulas. La ovulación está inhibida, el ovario está parado. Las reglas que tienes mientras tomas anticonceptivos son absolutamente artificiales.
Fase secretora.
Esta fase va desde la ovulación hasta la menstruación. Suele durar unos 14 días y en esta segunda mitad del ciclo predomina la secrección de progesterona por parte del ovario.
La progesterona provoca cambios en la mucosa del útero, ahora ya proliferada y engrosada por la acción previa de los estrógenos. Es la responsable del cambio de carácter, aumento de peso, tensión mamaria, etc. típicos de la fase premenstrual.
La progesterona, que también es la «hormona del embarazo», prepara el útero para el caso de que el óvulo se encuentre con el espermatozoide y haya fecundación.
Por tanto, ambos procesos son simultáneos.
Si hay fertilización, el huevo viajará rápidamente por el interior de la trompa hacia la cavidad uterina. La mucosa de la cavidad uterina, ablandada y esponjada por la acción de la progesterona, recibe el huevo y comienza la nidación. Esto ocurre hacia la mitad de la fase secretora, a los siete días desde la ovulación.
Si el huevo no se ha fecundado o es fecundado pero no ha anidado, a los 14 días de la ovulación se produce la menstruación.
Si existe fecundación y anidación, el ovario continúa produciendo cada vez mayor cantidad de progesterona para proteger y mantener el embarazo.
En resumen, en la fase proliferativa (14 días) predominan los estrógenos y en la fase secretora (14 días) predomina la progesterona. Ambas quedan separadas por la ovulación.
¿Cómo se produce el ciclo menstrual?
Ya hemos visto cómo el cerebro controla a la hipófisis y ésta al ovario. Ésta es la razón por la que el estrés, la pérdida de peso brusca, el ejercicio intenso, etc. pueden alterar el ciclo menstrual.
El ciclo menstrual se produce por la acción combinada y secuenciada de ambas hormonas ováricas sobre la mucosa interior del útero (endometrio).
Me falta explicar por qué se inicia la menstruación:
Si no se produce embarazo, el ovario cesa en la producción de hormonas. Dichas hormonas, estrógenos y, sobre todo, la progesterona (en esta fase secretora), son el estímulo que mantiene la producción y maduración de la mucosa del útero.
Al descender el nivel de hormonas, la mucosa del útero se descama y desprende, y se produce la menstruación. La menstruación es la descamación de la mucosa y, por ello, contiene sangre y restos de mucosa.
Pero el ovario no para. En cuanto se produce el descenso de su producción hormonal, la hipófisis comienza nuevamente su producción de FSH e inicia una nueva fase proliferativa.
En próximos artículos hablaré de las alteraciones en el sangrado menstrual, ya que es uno de los principales problemas en la mujer.