La determinación intraparto del pH fetal en sangre es una de las dos principales herramientas que tiene el ginecólogo para saber cómo se encuentra el feto durante el parto.
Si estás leyendo este artículo sobre el pH fetal es muy probable que estés embarazada y se acerque el parto. Enhorabuena por ello. Hoy te hablaré del pH fetal y sobre su utilidad para conocer el bienestar fetal en el momento del parto.
El parto es uno de los momentos más deseados del embarazo (también de los más temidos). Una de tus mayores preocupaciones, y también del ginecólogo o la matrona que te ayuda, es saber que el bebé se encuentra bien en todo momento.
Actualmente, las dos principales herramientas de control del bienestar fetal intraparto, al alcance de la mayoría de los centros hospitalarios del mundo desarrollado, son la monitorización fetal y la determinación del pH de la sangre.
¿Cuál la utilidad del pH fetal?
Te lo explico de forma sencilla. Durante el parto, las contracciones uterinas disminuyen la llegada de oxígeno al feto y debemos tenerlo vigilado.
La forma más extendida de vigilancia fetal es la monitorización fetal. Si has tenido hijos anteriores habrás visto que ponemos en el abdomen un transductor (sujeto con unas cintas o correas y de ahí su nombre coloquial en algunas zonas). El registro de los latidos del corazón fetal se realiza en una gráfica en papel.
Cuando aparecen alteraciones en el registro, por latir el corazón fetal demasiado rápido o demasiado lento, nos hace sospechar que el bebé, a punto de nacer, puede no estar oxigenándose correctamente.
Hoy sabemos que cuando el bebé tiene una pobre oxigenación, baja el pH en su sangre. Analizar el pH fetal no indica el grado afectación y la necesidad de terminar el parto.
¿Cuándo hacemos la determinación de pH fetal?
Es probable que te haya pasado. Si has tenido un parto anterior, habrás tenido las «correas» o monitorización puestas y escuchado el latido de tu bebé. En general, lo fetos laten rápido, sobre 120-150 latidos al minuto.
Cualquier variación de su ritmo o frecuencia de latido puede ponernos sobreaviso de que algo no va bien. Si la alteración del ritmo es transitoria y de escasa duración no supone mayor problema. En caso contrario, sí puede afectar al feto y, en ocasiones, si el parto se prolonga, tu ginecólogo puede tomar una muestra (una gota de sangre es suficiente) para analizar el pH de la sangre de tu bebé.
Teniendo más datos sobre cómo se encuentra el bebé (monitorización y pH), y con el pronóstico del tiempo que te queda de parto hasta la salida del bebé, el ginecólogo tomará las decisiones más oportunas para ti y para tu hijo.
La toma de la muestra de sangre estará contraindicada en casos de sospecha de alteración de la coagulación del feto, si bebé viene de cara o si la madre padece una infección grave transmisible (hepatitis B/C o SIDA, por ejemplo).
¿Cómo hacemos la determinación del pH fetal?
El análisis se realiza sobre una sola gota de la sangre del feto. La muestra se obtiene por vía vaginal.
Se introduce en la vagina un amnioscopio. Es un pequeño tubo metálico que nos permite separar las paredes de la vagina y acceder a la cabeza del feto. Para ello es necesario que estés de parto, es decir que al menos tengas 3 o más cm de dilatación.
Se realiza una pequeña punción en cabeza del feto, suficiente para obtener una gota de sangre que se recoge en una cánula de plástico.
La sangre se analiza y se determina el pH.
En los fetos cuya presentación es de nalgas (no de cabeza) también se puede realizar.
¿Cómo se interpreta el resultado del pH fetal?
Este apartado es quizás el más importante. Piensa en la situación… estás con 6 cm de dilatación y el bebé presenta una monitorización alterada. Tu ginecólogo indica la realización de una microtoma de sangre fetal para la determinación del pH fetal y tomar una decisión.
Si el Ph fetal es mayor de 7,20 indica que el bebé se encuentra bien, el riesgo de sufrimiento fetal es bajo y se puede continuar con la dilatación. Si persisten las alteraciones del registro de monitorización, se volverá a repetir la microtoma de sangre y análisis del pH en 20-30 minutos.
Si el pH es menor de 7,20 se aconseja terminar el parto por la vía que se considere mejor y más rápida (un parto instrumental si la dilatación es completa o una cesárea).
Por tanto, la determinación de pH nos determina si continuar o terminar el parto, en caso de que la monitorización fetal esté alterada.