La monitorización maternofetal o las famosas «correas» que colocamos en tu abdomen durante el parto son muy utilizadas, pero ¿sabes cómo se interpretan?.
Si has estado de parto o acudido a las clases de preparación, sabrás que colocamos en tu abdomen un transducer que recoge los latidos del corazón del bebé durante el parto. Es la monitorización materno fetal.
Se sujeta con una cinta elástica al abdomen para que se mantengan en la posición correcta y de ahí su nombre… las famosas correas.
Con frecuencia observo a la futura madre (y sobre todo a los padres curiosos) mirando la gráfica de registro de la frecuencia del feto y de las contracciones en un intento de entender cómo funciona y qué registra la gráfica.
Pues bien, hoy voy a intentar explicarlo de la forma más sencilla. El día del parto podrás saber más sobre cómo se encuentra tu bebé en el momento del periodo de la dilatación.
El uso de las correas en el parto tiene cerca de 50 años. Es una técnica muy estandarizada. No es perfecta, y de hecho no se utiliza de forma aislada para tomar decisiones, pero sí muy útil para orientarnos sobre lo mas importante en el momento del parto: valorar la oxigenación del feto.
Hoy sabemos que la temida parálisis cerebral del feto al nacer puede estar relacionada con la oxigenación del feto durante la vida dentro del tu útero.
Existe la creencia de que la causa es la falta de oxígeno durante el parto. Es cierto en un tercio de los casos. En el resto, en la mayoría de los casos, la falta de oxígeno es anterior al parto, y por desgracia, no podemos detectarlo antes del parto.
Dicho lo anterior, y cómo toda la información es poca para proteger a tu bebé con las técnicas de que disponemos, veamos cómo se interpretan las correas, es decir, ¿qué ve la matrona/ginecólogo en el registro de la monitorización materno fetal durante el parto?
¿En qué consiste la monitorización maternofetal?
La principal ventaja de la monitorización materno fetal en el parto es que nos orienta sobre la oxigenación del feto. Recuerda que los fetos no respiran. Su oxigenación les llega a través de la sangre y ésta, a su vez, la recibe de la sangre de la madre.
El registro permite de forma indirecta, a través de la respuesta del feto, saber cómo reacciona el feto a los cambios en la oxigenación durante las contracciones.
La monitorización se basa en dos gráficas que van saliendo de la maquina en papel continuo. Un cm/seg en un parto de varias horas suponen varios metros de gráfica. Es frecuente ver que el papel llega al suelo durante el parto.
Una gráfica es la frecuencia cardíaca del feto y la otra la estimación de la presión uterina, es decir, las contracciones. Cada vez más aparatos registran también una tercera gráfica con la frecuencia cardiaca de la madre.
Se trata de ver como reacciona el feto, y cómo se adapta su frecuencia cardíaca, a las contracciones. Los cambios en la frecuencia cardiaca del feto reflejan cambios en la oxigenación en el momento de la contracción.
El que una contracción aislada provoque cambios puntales en la frecuencia cardiaca fetal no supone mayor problema, pero piensa que durante un parto se producen una media de 3 contracciones en 10 minutos. Son muchas contracciones, y debemos vigilar si la repetición de ellas puede ir afectando al bebé.
¿Cuáles son los principales inconvenientes de la monitorización materno fetal?
La falta de oxígeno durante el embarazo o el parto puede ocasionar parálisis cerebral en el feto. En la mayoría de los casos (60-70%) el origen es durante la gestación. Por tanto, la monitorización durante el parte no va detectar estos casos. Va dirigida al otro 30%.
Es una técnica con un alto grado de falsos positivos, es decir, puede que la gráfica detecte que el bebé está reaccionando cómo si tuviese falta de oxígeno. Es decir, es excesivamente sensible y con frecuencia actuamos con mayor tasa de cesáreas o partos instrumentales de los necesarios.
Ante unos resultados anormales o sospechosos en la monitorización maternofetal, se recomienda valorar tu parto con otras pruebas como la determinación del pH en la sangre fetal y en su conjunto (factores de riesgo,etc), antes de tomar una decisión sobre cómo terminar el parto.
¿Qué parámetros se valoran en la monitorización maternofetal?
Cuando tu ginecólogo/matrona está cuidando de ti y de tu bebé en el parto, vigila la gráfica que emite el monitor y se fija en varias características o parámetros:
- Frecuencia del latido del bebé: consideramos normal entre 110 y 160 latidos por minuto.
- Variabilidad: El latido de tu hijo no es uniforme, siempre al mismo número de latidos/minuto. Las oscilaciones se consideran buenas, indican bienestar fetal. A ello le llamamos variabilidad. Consideramos normal una variabilidad de entre 5 y 25 latidos/minuto.
- Ascensos o aceleraciones: Si has tenido partos antes, recordarás que de pronto el feto aceleraba el corazón sin motivo aparente y latía más deprisa. Ello es normal y bueno. Los ascensos indican que tu hijo se encuentra sano.
- Desaceleraciones o descensos bruscos de la frecuencia: Son el efecto contrario y su repetición indica que el feto no se encuentra bien. Son un signo de alarma a vigilar, en especial si son muy prolongadas e intensas.
- Contracciones uterinas y su relación con los cambios anteriores.
Para los ginecólogos, lo normal (y tranquilizador) es un parto cuyo registro de monitorización maternofetal presenta una frecuencia de entre 110 y 160 latidos minuto, el latido tiene variabilidad, ascensos y nulas desaceleraciones. Con ello sabemos que el feto se encuentra bien oxigenado a pesar de las contracciones y tu parto puede continuar sin problemas.
Sé que te puede resultar muy complejo este tema, y si lo deseas, puedes consultarme a través del servicio de consulta on line.