¿Qué tratamiento del parto prematuro hacemos?. La amenaza de parto prematuro puede aparecer hasta en el 10% de las gestaciones.
Si tienes contracciones frecuentes, antes de las 37 semanas, puede que tengas una amenaza de parto prematuro. Tener contracciones durante la gestación es normal, pero las contracciones no son rítmicas ni frecuentes.
Un 25% de las pacientes con parto prematuro tienen factores de riesgo. Si estás planeando gestación, mi consejo es que realices una consulta preconcepcional y que tu ginecólogo valore tu situación y te aconseje.
Si tienes contracciones rítmicas y frecuentes, pienso que lo mejor es acudir a tu centro hospitalario más cercano para una valoración.
Diagnóstico de amenaza de parto prematuro
En la urgencia, el ginecólogo realiza una exploración vaginal del cuello del útero y te dirá si tienes dilatación.
Si no existe dilatación, con la ecografía medimos la longitud del cuello para saber si está acortado. Si la longitud del cuello es menor de lo habitual, tu riesgo de parto prematuro aumenta siempre que tengas contracciones.
Finalmente, te ponemos las «correas» o monitorización cardiotográfica, para saber si tienes contracciones rítmicas y frecuentes.
Con estas tres pruebas hacemos un diagnóstico y decidimos tu ingreso. En caso de duda, podemos hacer un test de fibronectina para aclarar aún más la situación.
Es normal que estés preocupada si el bebé tiene poco peso, pero el 85% de los ingresos por amenaza de parto prematuro se solucionan y en unos días volverás a casa con tu hijo aún dentro.
Tratamiento del parto prematuro
Existe controversia sobre si el tratamiento para la amenaza de parto prematuro es eficaz o no. Muchos investigadores piensan que los casos en los que conseguimos evitar el parto prematuro, en la práctica, son falsas amenazas.
En realidad, el objetivo final del tratamiento no es pararte las contracciones, sino dar tiempo a realizar una maduración pulmonar de tu bebé de forma acelerada.
La maduración fisiológica del pulmón tiene lugar sobre las 34 semanas y éste es el límite real que ponemos para frenar las contracciones en caso de ingreso por amenaza de parto prematuro.
En teoría, consideramos parto prematuro cuando ocurre antes de las 37 semanas, pero si acudes al hospital con más de 35 semanas, no te instauramos tratamiento.
Por tanto, si te ingresamos con >23 semanas y < 35 semanas, y con diagnóstico de amenaza de parto prematuro, instauramos los siguientes tratamientos:
- Tocolisis (tratamiento para detener las contracciones uterinas)
- Maduración pulmonar fetal acelerada con medicamentos
- Otros tratamientos complementarios
Tocolisis (detener las contracciones)
Actualmente usamos dos fármacos: ritodrine y atosiban. Ambos son igualmente eficaces, pero el atosiban tiene menos efectos secundarios y es el más usado.
El objetivo es retrasar el parto prematuro unos días (48 horas mínimo), para conseguir madurar el pulmón fetal de una forma acelerada.
Ambos fármacos se instauran por vía intravenosa, mediante una bomba de infusión, durante unas 48 horas. El protocolo puede variar de unos centros hospitalarios a otros, pero la base terapéutica es similar.
Maduración pulmonar
Mientras hace su efecto la tocolisis, podemos hacer una maduración pulmonar acelerada y decidir el lugar donde deberá tener lugar el parto, en caso de que finalmente no se paren las contracciones.
Para la maduración empleamos los corticoides, en inyección intramuscular, durante 48 horas. A partir de este momento disminuyen los problemas respiratorios del bebé en caso de nacer.
Si tienes menos de 32 semanas de gestación, lo ideal es que el ginecólogo que te atienda te derive a un Hospital con Unidad de Cuidados Intensivos de neonatología, en caso de no contar con ella.
Otros tratamientos
Si sospechamos un origen infeccioso de la amenaza de parto prematuro, empleamos antibióticos.
Si eres portadora de estreptococo o no tienes tomado cultivo vaginal y, por tanto lo desconocemos, indicamos tratamiento con antibióticos si el parto es inminente.
Recientemente, se recomienda hacer profilaxis de lesiones neurológicas en fetos que nacen entre las 24 y y 31 semanas. El fármaco es el Sulfato de magnesio.
¿Y después qué?
Buena pregunta. Si cesan las contracciones y no te pones de parto, en 72 horas te damos de alta hospitalaria.
No existe ningún tratamiento de mantenimiento eficaz para evitar nuevas amenazas de parto prematuro. Aconsejamos hacer reposo en los días posteriores, pues puede volver a repetirse la amenaza. En ocasiones administramos progesterona (la hormona del embarazo) que actúa «relajando» el útero.
Si vuelves a tener contracciones rítmicas, acude al hospital. El ingreso por amenaza de parto prematuro es uno de los más frecuentes durante la gestación. En algunas pacientes ponemos hasta tres tocolisis.
El objetivo es conseguir que el embarazo alcance las 35 semanas o más, que es el momento en el cual los fetos consiguen hacer un peso de 2500 gr.
¡Espero que lo consigas!
Si el artículo te resulta interesante, haz click en los botones de redes sociales y compártelo.