El himen siempre genera dudas y polémica. Existen varios tipos de himen, está situado a la entrada de la vagina, y se ha relacionado con la virginidad.
Si observas los temas de mi web están clasificados por temas: embarazo, parto, esterilidad, anticoncepción y ginecología en general. Hoy me gustaría hablarle también a las más jóvenes o adolescentes (y también a sus madres) sobre temas que pueden serles útiles.
En otros artículos te he hablado del embarazo en la adolescencia, anticoncepción, ciclo menstrual, dolor con la regla, primera revisión ginecológica, etc. temas muy relacionados y dedicados a mujeres entre los 15 y 20 años como sobre el que hoy te hablo.
Siguiendo esta línea, quiero aclarar tus dudas sobre el himen. Obviamente, mis comentarios son fuera de toda connotación sociocultural o religiosa. Para algunas culturas o creencias la presencia de un himen intacto se relaciona con virginidad y ausencia de relaciones sexuales.
¿Qué es el himen?
El himen no es un tabú, es simplemente una fina membrana situada en la entrada de tu vagina. Sé que muchas de vosotras, nunca se ha mirado y no sabe qué es. Es fácil, coge un espejo y te miras.
Te explico qué ves:
Por fuera están los labios mayores, cubiertos de vello.
A continuación, y hacia dentro, están los labios menores mas finos y sin pelo. Algunas mujeres tienen los labios menores más grandes y sobresalen, es lo que se llama una hipertrofia de labios menores (y se puede corregir con cirugía si te resultan molestos). Los labios menores de cada lado en la parte superior se fusionan y dar lugar al capuchón del clítoris.
Por dentro de los labios menores, existen dos orificios. Uno en la parte de arriba, justo debajo del clítoris, por donde sale la orina (meato de la uretra). Otro en la parte de abajo, generalmente más grande, que es la entrada a la vagina.
La entrada a la vagina tiene una membrana, fina, elástica y con forma anular. Éste es el himen.
Por tanto, el himen no es nada mágico o escondido. Simplemente está ahí, puedes verlo y tocarlo. Es una fina membrana de tu cuerpo.
¿Para qué sirve el himen?
Realmente el himen no tiene una función concreta desde un punto de vista fisiológico. Algunas mujeres incluso nacen sin él y otras lo tienen cerrado. Te hablaré de los diferentes tipos más adelante. Ni siquiera sirve para distinguir si eres virgen o no.
Existen varios tipos de himen
Situado a la entrada de la vagina puede adoptar múltiples formas y tipos de himen, con nombres muy sonantes: complaciente, cribiforme, labial, festoneado, flexible, etc. Realmente se trata de describir distintos aspectos que presenta esta membrana.
Desde un punto de vista práctico, estas clasificaciones o descripciones tienen poco valor.
El himen tiene dos connotaciones importantes por su situación anatómica:
- Por estar en la entrada de la vagina se relaciona con el sexo. De hecho, al iniciar las relaciones sexuales se rompe la membranita (si no estaba ya rota antes por otros múltiples motivos).
- Al iniciar las primeras menstruaciones, si no está abierto (himen imperforado), no puede salir la regla al exterior, se acumula dentro de la vagina y del útero, y pueden aparecer dolores cólicos cíclicos en la preadolescencia.
Por tanto, de forma práctica podemos clasificarlo:
Normal-Perforado:
Es un pequeña membranita, anular, que rodea la entrada de la vagina. La forma del orificio que deja, puede ser circular, alargada, etc dando lugar a los tipos de himen : circular, labial, festoneado, etc. En mi opinión ésto es lo menos, aunque cómo curiosidad puedes mirarlo.
En este caso, al comenzar las reglas (menarquia) en la adolescencia, la sangre menstrual sale sin problemas y te puedes poner tampones sin dificultad (aunque no hayas tenidos relaciones sexuales).
Anormal- Parcialmente perforado:
En este caso la abertura es parcial. Se observan dos orificios, separados por un pequeño tabique o brida (himen tabicado), o más agujeros (himen cribiforme).
Este tipo de himen no interfiere con la salida de la menstruación, pero no te deja poner tampones.
Anormal – Imperforado:
La membrana está completa, cerrada, y no hay orificio de entrada. La vagina está aislada y «sellada» por esta «telilla», de forma que no permite entrar ni salir. Por tanto, ni la sangre menstrual sale en la adolescencia, ni permite las relaciones sexuales.
En algunos mujeres, el himen es imperforado flexible, no deja salir la sangre, pero permite cierta penetración sexual sin romperse y puede confundirse. Es excepcional.
Himen y virginidad
Clásicamente se asemeja el tener el himen intacto, no roto, con la virginidad.
Al iniciar las relaciones sexuales, la membranilla himeneal se suele romper. Pero puede estar roto con anterioridad.
Las causas de su rotura pueden ser varias: penetración sexual, juegos sexuales, masturbación, colocación de tampones, caídas, juegos deportivos, y un largo etc.
Por tanto, tenerlo roto no indica haber tenido penetración sexual.
Al contrario, puedes haber tenido penetración sexual y no habérsete roto. Es lo que se llama himen complaciente. Es cuando el himen es tan elástico que es capaz de permitir la penetración sin romperse.
Hay muchas clases de himen, como ya estás viendo.
Himen en la exploración ginecológica.
La única forma de saber cómo es el tuyo es explorarlo. Lo puedes hacer tú misma, tu pediatra cuando naces o en las revisiones posteriores, o tu ginecólogo. Es lo de menos.
En ocasiones, los ginecólogos exploramos a adolescentes sin relaciones sexuales. Una exploración ginecológica cuidadosa no rompe el himen. Aunque es poco frecuente, en ocasiones tenemos que explorarte aunque no hayas tenido relaciones sexuales, y se puede hacer con un espéculo virginal, especial y pequeño. El himen permanecerá intacto tras la exploración ginecológica.
El himen, es una parte más del cuerpo.
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