Las infecciones de orina en la mujer son muy frecuentes. Piensa que la mitad de vosotras las padecerá a lo largo de su vida. ¿Sabes cómo evitarlas?
La mujer es 20 veces más propensa a padecer infecciones de orina que el hombre, y ello se debe a las características anatómicas de su aparato genitourinario, al sexo (máxima frecuencia a los 20-40 años), los embarazos y la menopausia (por la atrofia genital secundaria a la falta de hormonas.
¿Por qué los genitales de la mujer favorecen las infecciones de orina?
Para explicarlo debo hacerte un breve recuerdo de la anatomía femenina:
- Uretra: es el conducto que comunica la vejiga con el exterior. En las mujeres este conducto es muy corto, unos pocos centímetros, y su salida es justo en la entrada de la vagina. Es decir, está sometida al ambiente de la flora vaginal, a los efectos de las relaciones sexuales, y está en vecindad con la zona anal. A la infección de esta zona se le denomina uretritis.
- Vejiga: Es una bolsa situada delante del útero, en el bajo vientre. A su infección se le denomina cistitis. La cistitis y la uretritis se engloban en lo que denominamos infecciones de la vías urinarias bajas.
- Uréteres: Son los conductos que parten de los riñones y llevan la orina a la vejiga.
- Riñones: situados en la zona lumbar. Su infección es grave y se denomina pielonefritis o infección urinaria renal o alta.
¿Cuándo hablamos de infección de orina en la mujer?
Tener gérmenes en la orina no es motivo suficiente para decir que tienes infección. La cantidad de gérmenes debe ser suficientemente elevada como para dar síntomas o problemas como los que te comento más adelante.
Los gérmenes más frecuentes son las bacterias, pero puede estar causada también por virus y parásitos.
Entre las bacterias, la Escherichia Coli es la que aparece en más del 80 % de los casos, facilitándonos el tratamiento, dado que los antibióticos habituales son lo suficientemente potentes para ellos.
¿Cuántos tipos de infecciones de orina hay?
Existen diferentes tipos y formas de clasificar una infección de orina. Según nos fijemos en …
Tus síntomas:
- Bacteriuria asintomática: existen gérmenes abundantes en orina, pero no tienes síntomas.
- Infección de orina: aparece en la paciente que sí tiene síntomas.
Localización:
- Infección urinaria baja (cistitis y/o uretritis): Afecta a la vejiga y uretra. El gérmen entra desde fuera por los genitales externos hacia arriba.
- Infección urinaria alta o pielonefritis: Afecta al riñón y es una forma clínica de graves consecuencias si no le ponemos el tratamiento adecuado. El gérmen, presente en la sangre, entra desde los riñones hacia abajo. Son muy poco frecuentes afortunadamente.
Complicaciones asociadas:
- Las infecciones de orina pueden estar complicadas o no complicadas con otras enfermedades.
Por su temporalidad:
- Agudas: es la forma más común y conocida. Un episodio aislado que se resuelve bien con el tratamiento.
- Crónicas: La infección se cronifica, es decir, no se termina de curar del todo con los antibióticos ni desaparecen los síntomas, quedan de forma larvada.
- Recidivantes o recurrentes: es el caso de una paciente con varios episodios en meses o años. Se trata de reinfecciones frecuentes. En este caso las medidas de prevención son básicas.
¿Cuáles son los síntomas de la infección de orina en la mujer?
Si has tenido una infección de orina, comprobarás que los síntomas son muy característicos:
- Molestias a orinar: ardor, sensación de quemazón, escozor, etc.
- Cambios en la orina: orina de aspecto turbio, con sangre o con mal olor.
- Dolor en bajo vientre: el dolor puede ser continuo o en forma de cólicos. A veces el dolor puede irradiarse a zona lumbar, sobre todo si existe una pielonefritis o afectación renal.
- Tenesmo vesical: este síntoma es muy típico, orinas con frecuencia y te quedas con ganas de más. La necesidad de orinar frecuentemente es muy intensa aunque acabes de hacerlo.
- Fiebre, malestar general, escalofríos, etc. Son síntomas muy poco frecuentes en una cistitis o infección baja. Su aparición indica afectación alta, es decir, renal (pielonefritis).
- Enrojecimiento o sensación de quemazón de la entrada de uretra.
- Molestias con las relaciones sexuales en la zona vesical y uretral.
Los síntomas son variados y pueden faltar algunos, e incluso ser totalmente asintomática (bacteriuria asintomática).
¿Por qué unas mujeres son más propensas que otras?
No todas tenéis los mismos factores de riesgo:
- Embarazo: Con sus hormonas y por la presión mecánica del feto, se dificulta la salida de la orina y favorece las infecciones. El embarazo duplica el riesgo.
- Actividad sexual: La uretra está situada por dentro de los genitales, en la entrada de la vagina. Las relaciones sexuales irritan la zona. El aumento de la frecuencia o los cambios de pareja son factores predisponentes. Algunos espermicidas y hábitos pueden aumentar igualmente el riesgo.
- Presencia de enfermedades o malformaciones en las vías urinarias.
- Predisposición genética.
¿Cómo se hace el diagnóstico de infección de orina en la mujer?
Lo principal es la clínica. Los síntomas comentados (necesidad imperiosa de orinar, escozor o ardor, quedarse con ganas, dolor, etc) nos hacen sospechar el diagnóstico de cistitis o infección de vías urinarias bajas.
En la exploración clínica, tu médico o ginecólogo observa dolor a la palpación en la zona vesical y, a veces, enrojecimiento en la entrada del conducto de la orina (uretra) a la inspección vaginal.
Puedes hacer un sedimento o análisis simple de orina. Es un método muy inespecífico que nos indica inflamación, pero no permite saber con exactitud el germen causante. Su ventaja principal es que es muy rápido. Basta con meter una tira reactiva en orina. Unos segundos.
Lo ideal es hacer un urocultivo o cultivo de orina. El laboratorio cultiva una gota de orina y en unos días nos dice el gérmen exacto. Además nos indica el antibiograma, es decir, el antibiótico más sensible y adecuado.
En otras ocasiones podemos necesitar completar el diagnóstico con ecografías vesical y renal, cistoscopia (visualizar la vejiga por dentro con una cámara), urografías (radiografías con contraste), hemocultivos (cultivos de sangre), etc. Estas pruebas se reservan para las infecciones recurrentes, crónicas o en las pielonefritis.
¿Cómo hacemos el tratamiento de la infección de orina?
El tratamiento causal dependerá del germen causante. Si se trata de bacterias usamos antibióticos. En este caso es muy útil hacer un urocultivo y un antibiograma para poner el fármaco exacto que mejor le vaya a la infección.
En caso de ser causada por virus usamos antivirales, y en los hongos antifúngicos.
Además, y para tratar los síntomas, podemos usar analgésicos (calmantes), antiinflamatorios y espasmolíticos (en caso de dolor cólico).
Mi consejo es que no te automediques. Consulta con tu médico o ginecólogo el tratamiento más adecuado según el germen causante y los síntomas que presentes en cada momento.
Si estás embarazada, se tienen que usar fármacos antibióticos que no afecten al bebé.
Si tienes otros problemas médicos que agraven o favorezcan la infección, como la diabetes, lo primero es tratar la causa o el factor predisponente.
En caso de tener una afectación renal, pielonefritis, con síntomas de fiebre, malestar general, etc. lo ideal puede ser el ingreso hospitalario y el tratamiento con fármacos por vía intravenosa.
Tomar abundantes líquidos es tan importante como los antibióticos. Pero, por supuesto, lo mejor son las medidas de prevención…
¿Qué consejos o recomendaciones te puedo hacer para prevenir?
- Cambiar los hábitos de vida, dieta sana con abundantes frutas ricas en vitamina C (arándanos, etc), ejercicio y evitar el tabaco.
- Beber abundantes líquidos, en especial en verano. Se recomienda ingerir 2-3 litros al día.
- Orinar con frecuencia, no aguantar reteniendo la orina mucho tiempo.
- Orinar antes y después de cada relación sexual. Las infecciones de orina, no son una infección de transmisión sexual. Pero sí están favorecidas por el sexo.
- Mejorar la higiene.
- Lavarse antes y después de cada relación sexual.
- Cuidar la flora vaginal. No hacer duchas vaginales.
- Usar lubricantes para el sexo, en caso de tener sequedad vaginal.
- Usar con frecuencia cremas con estrógenos, en caso de ser postmenopáusica.
- Cambio una o dos veces al día de ropa interior. Mejor de algodón que transpire bien.
- Evitar las infecciones vaginales. No tener relaciones sexuales en caso de tenerlas.
- Limpiarse los genitales de delante hacia atrás, tras ir al baño. El arrastre de gérmenes de la zona anal es una de las principales causas de cistitis.
Siguiendo estas recomendaciones reducirás el número de infecciones de orina a lo largo de tu vida.
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