¿Tengo suficiente leche? Es una de las dudas más frecuentes y te las aclaro en este artículo.
La lactancia natural es la principal y más recomendable forma de alimentar a tu bebe. Sus ventajas y técnica adecuada las hemos comentados en otros artículos. Léelos ante cualquier duda.
¿Cómo se produce la leche materna?
Para poder instaurar una buena lactancia natural es fundamental conocer el mecanismo de producción de la leche, ya que de esto va a depender el tiempo que quieras amamantar.
La leche se fabrica en pequeños grupos de células repartidos por todas las glándulas de la mama. Posteriormente viaja a través de los conductos galactóforos hacia unas dilataciones que la almacenan (senos galactóforos), que se sitúan detrás de la areola y desembocan en el pezón.
Al succionar el bebé la leche sale al exterior y se estimula la producción de dos hormonas en una glándula cerebral llamada hipófisis.
Estas dos hormonas son la prolactina (encargada de la fabricación de la leche) y la oxitocina (encargada de que las células donde se produce la leche la expulsen a los conductos y estos la lleven hasta los senos de almacenamiento).
Por tanto, el mecanismo fundamental para la producción de leche materna es la succión. Es decir, cuanto más chupe tu bebé, mayor es el estímulo y mayor la cantidad de leche producida.
Por eso es primordial poner a tu hijo al pecho nada más nacer, para que este mecanismo pueda ponerse en marcha. Una vez que has dado el pecho varias veces, la secreción de oxitocina por parte de la hipófisis se hace de forma refleja. Cuando va llegando la hora de la toma, notarás que la mama se llena o incluso que la leche sale sola al exterior.
Como ves la producción de leche se regula por sí misma. Es un mecanismo hormonal y reflejo.
El estrés, la ansiedad, el cansancio y la falta de succión por mala postura son factores que disminuyen la producción y salida de la leche, así que debes estar tranquila y cómoda a la hora de amamantar a tu bebé.
¿Cómo se adapta la composición de la leche?
Como ya te he comentado en un artículo anterior, la leche materna varía a lo largo de la lactancia en base a los requerimientos nutricionales del niño.
Por este motivo, la leche inicial o de los primeros días (calostro) no es la misma que la leche madura, ni en componentes ni en aspecto, aunque sí en calidad.
El calostro es un suero amarillento que contiene proteínas e inmunoglobulinas (anticuerpos) que protegen al recién nacido de posibles infecciones. La leche materna como tal aparece a los 3 o 4 días del nacimiento y va cambiando a lo largo de la toma. Al inicio es más acuosa porque contiene más azúcares y proteínas, y al final es más cremosa y saciante porque contiene más grasa.
Por tanto, no existe leche “mala”. Todas las madres fabrican una leche adecuada para su bebé que contiene todo lo que necesita.
¿Cómo saber si tengo suficiente leche o alimento bien a mi bebé?
En condiciones normales, la producción de leche se adapta a las necesidades del bebé. Si crees que no tienes suficiente leche, lo primero es revisar que la técnica sea correcta.
Deja que el bebé mame a demanda, las veces y tiempo que necesite. Poco a poco la producción de leche se adapta a las necesidades del recién nacido. Estas necesidades son crecientes y conforme pasan los días la producción aumenta en la misma proporción.
En los primeros días la producción es escasa. El calostro se produce en escasa cantidad pero al ser muy nutritivo es suficiente para el recién nacido.
Si el bebé está tranquilo, hace peso, duerme bien, aguanta unas dos horas y moja más de 5 pañales diarios es porque la alimentación es suficiente.
¿Debo tener una dieta especial o tomar vitaminas para mejorar la leche?
Tu alimentación y hábitos influyen en la composición de la leche.
Lo recomendable es llevar una dieta equilibrada y sana, similar a la que has llevado durante la gestación. Por supuesto evita el consumo de alcohol y tabaco.
Es obligado seguir tomando iodo durante la lactancia. Aunque tomes la sal iodada, las necesidades en este periodo son superiores a lo que ingieres con la dieta..
Por supuesto, en caso de duda consulta con tu pediatra y él valorará a tu hijo y te aconsejará. No olvides que la lactancia natural es el mejor alimento para tu hijo.
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