Cada vez más mujeres hacen tratamiento de la atrofia vaginal, un problema que afecta al 40% de vosotras, en la menopausia.
La atrofia vaginal (síndrome genitourinario de la menopausia) es un problema muy frecuente. La menopausia no es la única causa, pues aparece como consecuencia la falta de hormonas sexuales en la mujer. Comprenderás que las causas son diversas: en el postparto, tras la quimioterapia, periodos de lactancia, tratamientos diversos que detienen el funcionamiento del ovario, etc.
De entre las causas anteriores, la más frecuente es la llegada de la menopausia.
¿Porqué son tan importantes las hormonas a nivel de mucosa vaginal?
Con el paso de los años, y la disminución de los niveles de tus hormonas sexuales en sangre (por la menopausia o cualquiera de los motivos anteriores) se produce una disminución de la rugosidad vaginal tan característica. La mucosa se vuelve pálida y con menor riego sanguíneo. La falta de sangre en esta zona, es una de las principales causas de la atrofia. El pH de la vagina se hace más alcalino, cambios en la flora vaginal …. es decir, se producen grandes cambios que irás notando en mayor o menor grado.
Estos cambios, hacen que las relaciones sean más molestas y las mantengas con menor frecuencia. La falta de relaciones sexuales agrava aún más el problema, en forma de círculo vicioso.
¿Deben hacer tratamiento de la atrofia vaginal todas las mujeres?
La respuesta es sencilla, no.
Solo el 40% de vosotras, tiene o tendrá, un problema de atrofia vaginal. A ellas va dirigido este artículo. A aquellas que tienen sequedad vaginal, molestias en las relaciones sexuales, sensación de quemazón, y que terminan no pudiendo mantener relaciones sexuales normales.
¿Qué tratamientos de la atrofia vaginal existen?
En otro artículo te he hablado sobre la atrofia vaginal de forma extensa y es aconsejable que lo leas. El tratamiento tiene tres pilares básicos:
- Mejoras en tus hábitos de vida: ejercicio, aumentar las relaciones sexuales, dejar el tabaco, etc.
- Uso de lubricantes y cremas hidratantes vaginales: útiles en casos leves.
- Uso de compuestos hormonales, sobre todo a nivel local (cremas, óvulos, comprimidos). Son los más eficaces, salvo que tengas contraindicaciones como haber padecido un cáncer de mama.
Hoy te voy explicar más sobre las cremas hormonales locales.
¿Cuáles son las ventajas y recomendaciones en el tratamiento de la atrofia vaginal con cremas hormonales?
- La administración hormonal se realiza a nivel local, en forma de crema vaginal con un aplicador. Es decir, pones la crema en el lugar en el que tiene que hacer el efecto.
- No son la primera opción. Es decir, se emplean cuando las medidas anteriores (mejora de la calidad de vida y lubricantes/hidratantes no son suficientes). Por supuesto, si tus síntomas de menopausia a nivel general (sofocos, osteoporosis, etc) son intensos, lo ideal es valorar tratamiento hormonal general (no solo a nivel local).
- Tienen una eficacia demostrada. Los síntomas desaparecen en pocas semanas. A nivel de estudios científicos, los cambios que te he comentado antes (rugosidad, pH, riego sanguíneo, etc), mejoran.
- Empleamos dosis muy bajas y solo a nivel local. Esta es una de las ventajas, puesto que las aplicas en el mismo sitio en donde tienen que actuar, las dosis de hormona son muy bajas. Piensa que el estriol (compuesto usado en algunas cremas vaginales) es 80 veces menor potente que el estradiol (el estrógeno principal que segrega tu ovario). En este sentido y buscando los efectos locales en la vagina, son más recomendables que el uso de compuestos a nivel general.
- ¿Qué tipo de hormona se emplea? Son estrógenos, pero lo que llamamos estrógenos débiles (promestrieno o estriol). La aplicación local, en el mismo órgano diana (la vagina) permite usar compuestos «débiles» con grandes resultados. De hecho, el efecto estrogénico no llega al útero (el órgano vecino de la vagina), lo cual te permite estar tranquila durante el uso del fármaco. Son compuestos seguros que pueden usarse durante años.
- Por supuesto, no tiene efectos hormonales a nivel general, aumentando así su seguridad. El perfil de efectos adversos es mínimo y puedes estar tranquila. No te aumentan el riesgo de trombosis, etc. más propio de los compuestos de administración general.
- La mejora en la calidad de las relaciones sexuales y la disminución de los síntomas se produce en pocas semanas.
- La crema hormonal se suele poner al acostarse y te resulta cómoda.
Por tanto, si tienes síntomas de sequedad vaginal, molestias con las relaciones, escozor al orinar, etc y todo ello ha comenzado tras la menopausia, consulta con tu ginecólogo. Si se confirma la atrofia vaginal puedes mejorar tu calidad de vida y usar cremas hidratantes vaginales y lubricantes con las relaciones. Finalmente, si lo anterior es insuficiente puedes recurrir a las cremas hormonales vaginales con absoluta seguridad.
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