El 80% de las mujeres con cáncer de mama supera hoy día la enfermedad y se cura, pero pueden quedar problemas y secuelas para las que te doy consejos.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer hoy día, y su frecuencia va en aumento. Por otro lado, la tasa de curación es, afortunadamente, cada vez más alta. El número de mujeres que tiene como antecedente en su historial médico un cáncer de mama curado es muy alto.
Los motivos fundamentales son el diagnóstico cada vez más precoz y la mayor agresividad de los tratamientos.
Las mujeres estáis absolutamente concienciadas de este problema. Los programas de cribado se van cumpliendo y la mayoría de vosotras hacéis ya mamografías periódicas.
Los tratamientos son más individualizados, pero también más agresivos. Ello supone una mayor curación, pero también una mayor tasa de secuelas. De estas secuelas te hablo en el artículo de hoy, siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica.
Inicialmente el objetivo del tratamiento se ponía en la supervivencia, después en detectar las recidivas o recaídas, pero hoy también en mejorar la calidad de vida tras superar el cáncer de mama.
No sé si es tu caso, pero seguro que al menos conoces a una mujer de tu entorno que haya pasado por todo ello. Te cuento…
Secuelas tras un cáncer de mama
Linfedema:
Es el aumento del volumen del brazo del lado de la mama afectada. Se produce como consecuencia de la extirpación de los ganglios de la axila. Si el vaciamiento es completo aparece en el 10-30% de los casos y si se ha realizado de forma selectiva (técnica del ganglios centinela) en 5-10%.
Los consejos serían los ejercicios de rehabilitación y masajes drenantes.
Fallo ovárico:
El cáncer de máma, aparece en mujeres cada vez más jóvenes. Mujeres entre 35 y 40 años a las que «sorprende» el problema, a veces sin haber tenido hijos, y que pierden la regla (amenorrea) hasta en el 20-80%.
Ya te puedes imaginar el problema.
En algunos casos, se pueden realizar técnicas de criopreservación de ovocitos antes de comenzar con la quimioterapia. En otros, puede más el deseo y la angustia de comenzar cuanto el tratamiento y no esperar a la estimulación y extracción de óvulos.
En cualquier caso, se recomienda dejar pasar unos 5 años tras la extirpación del tumor, para asegurarse que estás libre de enfermedad y has terminado el tratamiento completo, antes de ir a buscar gestación. Recuerda que el cáncer de mama es un tumor hormonodependiente.
Sexualidad:
El cambio en la imagen corporal, si se ha extirpado la mama, y la falta de hormonas (fallo ovárico secundario al tratamiento quimioterápico) conllevan menor deseo sexual, mayor sequedad y atrofia vaginal.
Es fundamental, limitar la extirpación completa de la mama a los casos de cáncer de mama avanzados. Es fundamental el apoyo psicológico tras el tratamiento. Se pueden utilizar los lubricantes e hidratantes vaginales durante las relaciones para minimizar la dispareunia (relaciones dolorosas).
En casos muy concretos se pueden indican óvulos con hormonas para el tratamiento vaginal local. Si bien la mayoría de los ginecológos no las indicamos, pues es un tema controvertido.
Bochornos o sofocos:
Es fácil comprender que tras los tratamientos de quimioterapia se produce un fallo ovárico. Ya te he comentado las repercusiones desde el punto de vista de la reproducción. Pero el cese de la función endocrina (hormonal) del ovario también conlleva la aparición de sofocos o bochornos. Además, la entrada en la menopausia no es progresiva, es brusca, y más intensa que en la menopausia normal.
Además en muchos casos te sometemos a tratamientos hormonales en los años siguientes (tamoxifeno, anatrozol, etc), que también favorecen la aparición de bochornos.
El tratamiento del que disponemos, no siendo hormonal, es poco eficaz. Otros alternativas, como la acupuntura, etc, tampoco han resultado ser muy eficaces.
Mayor riesgo de tumores y patología a nivel del endometrio:
Te preguntarás… ¿qué es el endometrio?. Es la capa que tapiza el interior del útero. Es el lugar desde donde se forma la menstruación (cuándo la tenías). Ahora, con los tratamientos como el tamoxifeno (al ser hormonal) debemos vigilarte el útero también.
Sabemos que el uso de tamoxifeno, aumenta el riesgo de cáncer y pólipos en el útero. El consejo es hacer una revisión anual con ecografía vaginal, en especial si has tenido algún sangrado vaginal con el tratamiento.
Osteroporosis o desmineralización del hueso:
La menopausia, o falta de hormonas sexuales de la mujer, conlleva la pérdida de hueso. Ésta desmineralización es especialmente llamativa en mujeres jóvenes sometidas a cáncer de mama. El hecho de terminar la función ovárica por efecto secundario de la quimioterapia, agravado por la acción de los tratamientos hormonales posteriores (inhibidores de la aromatasa como el anatrozol), supone un importante aumento del riesgo de osteoporosis.
Las recomendaciones serían poner suplementos de calcio y vitamina D, aumentar el ejercicio y dejar el tabaco. En caso de que las densitometrías óseas muestren desmineralización ósea importante, te recomendaríamos tratamiento con disfosfonatos.
Dolores óseos y articulares:
Es habitual en mujeres tras la menopausia, pero además se agravan en mujeres que, tras un cáncer de mama, reciben tratamiento con inhibidores de la aromatiza (anatrozol, letrozol).
La recomendación sería aumentar el ejercicio físico, analgésicos suaves y acupuntura.
Limitación en la motilidad de la articulación del hombro del lado de la mama afectada:
El origen está en la cirugía y la radioterapia posterior.
El tratamiento es rehabilitador para evitar dichas limitaciones tras el tratamiento del cáncer de mama.
Sobrepeso:
Al entrar en menopausia, se produce un cambio metabólico importante en tu organismo. Es frecuente subir varios kgs de peso.
Pero recuerda, el sobrepeso favorece la recidiva en el cáncer de mama.
La única solución es «comer menos y gastar mas»: Dieta hipocalórica y aumento del ejercicio.
Otros efectos secundarios:
Con menor frecuencia pueden aparecer otros efectos secundarios al tratamiento complementarios del cáncer de mama con efectos negativos sobre el corazón, la coagulación de la sangre, los nervios, cataratas, nivel intelectual, etc.
Como todos los tratamientos agresivos (y la quimioterapia lo es) los efectos secundarios puedes ser importantes. Pero hoy quiero que te quedes con el mensaje de que un problema grave (cáncer de mama) requiere un tratamiento adecuado. Con ello hoy conseguimos una tasa de curación del 80%, impensables hace unos pocos de años.