El parto en casa es una opción que reaparece con fuerza en la sociedad actual. El parto en hospital no satisface las necesidades de intimidad y humanización que buscas, para transformar el parto en la experiencia feliz que deseas.
El tema de hoy es muy controvertido. ¿Es mejor vivir el parto en casa o en el hospital? No es mi intención alimentar la polémica desde estas palabras, sino intentar aclararte.
En medicina, al igual que en las corrientes de opinión, tienen lugar actitudes y opiniones pendulares. En menos de 70 años pasamos de hacer los partos en casa a los partos hospitalarios. La base fue la mejora de la tecnología y los conocimientos médicos que llevaron la mortalidad perinatal (mortalidad del bebé en el parto) a mínimos históricos. Los hospitales se convirtieron en un lugar muy seguro para tener al bebé.
La situación actual es que la inmensa mayoría de los partos son hospitalarios (99%). Ésta es la posición del péndulo contraria.
Pero como siempre, y sobre todo en una sociedad madura, se busca el equilibrio. Existen opciones intermedias que pueden ser incluso mejores: el parto en casa bien controlado o el parto hospitalario humanizado.
¿Qué dicen las evidencias científicas sobre el parto en casa?
La pregunta es difícil contestar. Estoy seguro de que esperabas una respuesta clara, pero no la tengo. No hay estudios con miles de mujeres a las que se distribuya unas para parto en casa y otras para parto en hospital. Éste sería un buen estudio si analizáramos miles y miles de mujeres para poder sacar conclusiones acertadas.
No se pueden sacar conclusiones estadísticas comparando mujeres que tienen parto en casa (motivadas y seleccionadas como de bajo riesgo) con los resultados de partos en hospital (que incluyen mujeres con embarazos de riesgo alto).
Por tanto, el problema de la mayoría de los estudios sobre este tema es que no son comparables entre sí. Pero, además, en estadística es fácil demostrar lo que uno quiere según se diseñe el estudio científico. De ahí la dificultad y la disparidad de los resultados que sobre este tema tenemos hoy día.
En el parto tenemos «tres factores» a tener en cuenta desde el punto de vista del artículo de hoy: madre, hijo/a y experiencia. Los tres tienen igual importancia para mí. No puedo olvidar a la madre y su experiencia del parto por velar a ultranza por la salud del hijo y viceversa.
Por supuesto, eres tú con tu libertad de elección, quien debe tener la última palabra.
Si estás planteándote donde tener a tu hijo, lo primero es informarte. Al final todo se reduce a la experiencia que deseas para tu parto y al riesgo-beneficio de una u otra opción (parto en casa/parto en hospital).
Los estudios científicos (aún con las dificultades en la comparación estadística) parecen indicar un ligero beneficio del parto en casa en forma de:
- Menor uso de anestesia epidural
- Menor tasa de inducciones del parto
- Menor uso de oxitocina para estimular las contracciones
- Menor tasa de cesáreas o del uso de episiotomía.
- Menor tasa de desgarros vaginales.
- Menor tasa de hemorragias postparto.
No obstante, recuerda que son partos en mujeres con embarazos de bajo riesgo y muy motivadas para el parto en casa.
Por contra, la mayoría de los estudios demuestran una tasa igual o mayor de complicaciones en el bebé y de muerte fetal en el parto. Cuánto más seleccionada es la población de mujeres para parto en casa y en las condiciones que más abajo te comento, las diferencias en la mortalidad del bebé en el parto son menores.
¿Qué es un embarazo-parto de riesgo?
No existe embarazo/parto con riesgo cero o nulo. Para mí este es un concepto básico que quiero transmitirte. Todo embarazo o parto es susceptible de complicarse. La medicina está para ello.
Hoy día clasificamos los embarazos/partos en bajo o alto riesgo. El embarazo de bajo riesgo tiene pocas posibilidades de complicarse y podemos dedicarle una menor cantidad de recursos. En la visita preconcepcional ya hacemos una primera clasificación de tu situación, antes incluso de que estés embarazada.
Para considerar «seguro» un parto en casa es básico seleccionar previamente y determinar si tu embarazo o parto es de bajo riesgo.
¿Qué consideramos bajo riesgo? … a la ausencia de factores de riesgo. Es decir, cualquier factor, motivo o sospecha de que pueda tener lugar una complicación o situación de riesgo en el momento del parto nos hará aconsejarte que el parto sea en el hospital.
Este concepto es básico: Solo te debes plantear tener el parto en casa sí tu embarazo es de bajo riesgo y con un buen pronóstico de parto.
Condiciones sanitarias para optar por parto en casa
Te hablo en este apartado de tres condiciones básicas:
- Matrona/ginecólogo especializado en parto en casa.
- Transporte sanitario que permita estar en el hospital en menos de 30 minutos en caso de complicación.
- Embarazo rigurosamente controlado y clasificado como de bajo riesgo. (ya lo hemos visto antes).
Estas tres condiciones, al menos en España, no se consiguen habitualmente. Es cierto que existen profesionales sanitarios muy cualificados y habituados. Si vas a optar por parto en casa, asegúrate de su adecuada experiencia en partos domiciliarios y todo irá bien.
En cuanto la segunda opción, comprenderás que no es fácil de conseguir salvo que tengas una ambulancia aparcada en la puerta de casa. Si surge una complicación, hay que llamar a la ambulancia, transportarte (peor en poblaciones rurales alejadas) y hacer una cesárea… ¿cuánto se tarda? … Si el problema es un sufrimiento fetal o una hemorragia, los minutos se harán interminables.
Los que defienden el parto en hospital te dirán que en un sufrimiento fetal muy agudo tenemos que extraer el feto mediante una cesárea en menos de 20 minutos (no existe un cifra exacta). Los que defienden el parto en casa, te dirán que la posibilidad de esta situación en un parto controlado y bien seleccionado como de bajo riesgo es mínima.
Países como Holanda, con alto nivel de motivación y cultura de parto en casa, personal sanitario bien entrenado, facilidad geográfica para llegar al hospital (país pequeño, llano, con buenas comunicaciones), transporte sanitario casi en la puerta, y embarazos rigurosamente seleccionados, tienen muy buenos resultados. De hecho, tienen actualmente un 25% de partos en casa (hace unos años la tasa era mayor (35%), pero está en descenso). Éstas son condiciones ideales que no se dan en España, salvo en casos concretos.
Consideraciones…
No quiero desde aquí aconsejar una u otra opción. Tú eres quien libremente decide cómo y dónde quieres vivir la maravillosa experiencia del parto, tal y como reconoce la OMS, pero bajo ciertas circunstancias.
Es una realidad que un parto, incluso de bajo riesgo, puede complicarse. De hecho, hasta una tercera parte de partos que se inician en casa puede terminar en el hospital por surgir problemas durante la dilatación o el postparto inmediato.
Obviamente, la experiencia al calor del hogar y en la intimidad familiar es insuperable y no puede compararse al parto vivido en el hospital. Además algunas complicaciones maternas presentan una menor frecuencia.
Si finalmente optas por hacer el parto en casa, las tres condiciones vistas antes son de obligado cumplimento si quieres minimizar los riesgos para tí y para tu hijo.
Para terminar, quedaría una opción intermedia (para mi la ideal): la humanización del parto en el hospital. Se trata de mejorar la experiencia del parto de todas las embarazadas (tanto de alto como de bajo riesgo) sin renunciar a la seguridad de los medios hospitalarios.
He de reconocer como miembro de la sanidad española, que queda mucho camino por recorrer en esta dirección.