Un embarazo de riesgo requiere más cuidados y visitas prenatales. Pero, ¿qué es un embarazo de riesgo? ¿qué factores tenemos en cuenta?
Actualmente clasificamos los embarazos en función de su riesgo para adecuar los recursos sanitarios a tus necesidades como paciente y madre. Es decir, si tu embarazo es de bajo riesgo, necesitará menos vigilancia y menos cuidados en el parto. Un parto no tan «medicalizado».
Al contrario, un embarazo de un feto con una malformación grave puede requerir que tengas al bebé en un centro hospitalario de III nivel dotado de cirugía infantil especializada en dicha malformación para hacer la corrección tras el parto. Por supuesto, todo dependerá del problema concreto que presente tu hijo.
¿Cómo clasificamos al embarazo de riesgo?
Existen varias clasificaciones. Yo en este artículo, y con un criterio didáctico, te los voy a clasificar en:
- Riego bajo
- Riesgo intermedio
- Riesgo alto o muy alto.
No existe un parto sin riesgo. Cualquier embarazo o parto es susceptible de complicarse. Pero, los riesgos de complicaciones son menores si tu embarazo se clasifica como riesgo bajo.
Mi consejo es que realices una visita preconcepcional si vas a planear tus embarazos. En esta visita valoramos los antecedentes y problemas médicos, si los tienes, y se pueden tratar diversas patologías.
Por ejemplo, si tienes una diabetes te puedo orientar sobre cuándo es el mejor momento para buscar embarazo según los controles de tu enfermedad. O si tienes una alteración en la coagulación de la sangre, puedo hacer que te revise el hematólogo e indique el tratamiento anticoagulante más idóneo.
En otras ocasiones el riesgo a priori de una gestación de bajo riesgo se modifica según el curso del embarazo. Por ejemplo, la aparición de una malformación fetal.
¿Qué es un embarazo de riesgo bajo?
Se considera riesgo bajo al embarazo con ausencia de factores de riesgo. Tu ginecólogo, bien antes o bien durante la gestación, busca posibles factores como los que te comento más adelante.
Los embarazos de riesgo bajo se controlan según el protocolo de visitas que puedes ver en otros artículos de mi web.
¿Qué es un embarazo de riesgo intermedio?
Existen múltiples factores que te voy a definir. Si presentas más de un factor y, en especial si tienen distinto riesgo, se asume el nivel de mayor riesgo.
- Anomalías en la pelvis. Si tus «caderas» tienen alguna malformación, detectada bien por la clínica o por radiografías, que dificulte el pronóstico del parto.
- Cardiopatía leve, que no te dificulte tu actividad física habitual.
- Muy bajo nivel socioeconómico.
- Gestación mal controlada, es decir, si no has realizado las visitas o analíticas de control habitual de un embarazo (al menos las más importantes, con inicio de la primera en el primer trimestre).
- Edad: inferior a 17 años y mayor 38 años.
- Gestación no deseada y rechazada durante toda la gestación.
- Estatura < 150 cm.
- Esterilidad previa > 2 años.
- Fumadora > 10 cigarros día.
- Grupo Rh negativo
- Gran multiparidad, con el antecedente de cuatro o más hijos.
- Incremento de peso escaso o excesivo durante la gestación: menor de 7 kg o mayor 15 kg.
- Infección urinaria o bacteriuria asintomática en el cultivo realizado en el primer trimestre.
- Obesidad moderada (IMC 30-40).
- Último parto hace menos de un año.
- Riesgo de enfermedades de transmisión sexual por comportamiento de riesgo en cualquiera de los miembros de la pareja.
- Riesgo laboral, en especial, pacientes que han manipulado sustancias tóxicas, sometidas a radiaciones, o con jornadas muy largas o extenuantes de más de 10 horas de trabajo intenso al día.
En estas pacientes los controles y atenciones deben ser mayores. Obviamente, tu ginecólogo valorará el caso concreto.
¿Qué es un embarazo de riesgo alto o muy alto?
Estos embarazos requieren unos controles individualizados. No se pueden marcar pautas, ya que tanto el embarazo como el parto se deben adaptar a la patología o factor de riesgo concreto de tu gestación.
Se consideran de alto y muy alto riesgo los embarazos siguientes:
- Anemia grave durante el parto o la gestación (Hemoglobina inferior a 9 g/dl).
- Antecedente de amenaza de parto de prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de gestación. No me refiero a tener contracciones (que son normales), sino a un ingreso por amenaza real de parto prematuro.
- Cardiopatía moderada/grave, es decir, que limita tu actividad física.
- Antecedente de cirugía en el útero con entrada dentro de la cavidad (cesárea o miomectomía ). Si has tenido miomas pero se han extirpado por histeroscopia, no se considera un embarazo de riesgo.
- Diabetes tanto si era pregestacional como gestacional (diagnóstico en el embarazo).
- Embarazo gemelar o múltiple: con dos o más fetos.
- Patología médica asociada como enfermedades endocrinas (hiper o hipotiroidismo, etc).
- Malos antecedentes obstétricos en embarazos anteriores: más de dos abortos, partos prematuros, hijos con bajo peso en el parto, etc.
- Antecedentes de infecciones: Hepatitis, toxoplasma, lúes, citomegalovirus, VIH, pielonefritis, Rubeola, etc.
- Incompetencia cervical, es decir, un cuello del útero que no cierra y sujeta el feto adecuadamente.
- Isoinmunización Rh.
- Drogas y alcohol.
- Placenta previa
- Malformaciones uterinas
- Malformación fetal
- Hipertensión
- Crecimiento fetal escaso (CIR: crecimiento intrauterino retardado)
- Rotura precoz de membranas en gestaciones menores de 37 semanas.
La lista es muy amplia y podría completarse con cualquier problema, tanto en la madre como en el feto, que nos obligue a un mayor control de tu embarazo o parto.
Un embarazo puede comenzar clasificado como de bajo riesgo y terminar siendo de alto riesgo en el parto. Tu ginecólogo en cada visita revisará el nivel de riesgo de tu gestación.
No se trata de agobiarte con clasificaciones, sino de»ir por delante» en la medida de lo posible, para adecuar el tipo de controles y el nivel hospitalario aconsejable que requiere tu embarazo.