¿Cuándo terminar un embarazo prolongado a las 41 o a las 42 semanas? ¿Que criterios usamos?
La primera pregunta que te hace un ginecólogo al quedar embarazada es la fecha de la última regla. En base a este dato determinamos de cuánto tiempo estás y cuál es tu fecha más probable de parto.
Sabemos que una gestación dura unos 280 días, contados desde el primer día de tu última regla. En total 40 semanas.
Conceptos
Por su fecha de terminación, los embarazos se clasifican en :
- Pretérmino: cuando el parto se produce antes de las 37 semanas.
- A término: el parto se produce entre las 37 y 41 semanas.
- Postérmino o prolongado: son aquellos en los que el parto se produce pasadas las 42 semanas.
Para complicar algo más las cosas a las gestaciones de 41 semanas les denominamos «Embarazo en vías de prolongación».
Por qué se produce el embarazo prolongado.
Como ocurre algunas veces en medicina, las causas no están claras. Sí sabemos que no es un solo factor, sino la unión de varios. En la puesta en marcha del parto intervienen la maduración fetal, la placenta y la maduración del cuello del útero.
Existen complejas relaciones hormonales entre la madre y el feto que tienen como resultado final el inicio espontáneo del parto.
Pero no siempre es así. Alrededor del 10 % de los partos se prolongan más allá de las 41 – 42 semanas.
La principal causa, además de lo visto anteriormente, es un error en la fecha de la última regla o que la concepción haya sido después de lo esperado.
¿Cómo se calcula la fecha probable de parto?
No sabemos cuándo te quedas embarazada. Lo habitual es no saber cuándo has ovulado. En un ciclo menstrual normal, la ovulación se produce a los 12-14 días desde el inicio de la menstruación. En estos casos, la fecha de parto coincide con los 280 días tras el inicio de la última menstruación.
En un 10-15% de los embarazos, la ovulación ha sido posterior a la fecha esperada y, por tanto, tu embarazo es de menos tiempo. Obviamente, si ovulas y quedas gestante más tarde, tu fecha de parto se atrasa en igual número de días.
Si haces una visita preconcepcional y tus ciclos son largos (más de 28 días), tu ginecólogo te puede orientar.
Para saber tu edad gestacional y tu fecha de parto más probable consulta con tu ginecólogo durante los tres primeros meses.
Con una ecografía vaginal, realizada durante el segundo o tercer mes de gestación, podemos darte la fecha más probable de parto. El margen de error es de menos de 7 días, y es el método más fiable.
En esta visita (segundo o tercer mes), medimos ecográficamente al feto desde la cabeza hasta la rabadilla. Es lo que se llama CRL (longitud craneo rabadilla). En ningún momento del embarazo se mide el feto completo desde la cabeza a los pies.
La medida del CRL se compara con las tablas estandarizadas y si la estimación del tiempo de gestación tiene una diferencia mayor de 5-7 días, hacemos la corrección de la fecha probable de parto. Es decir, la ecografía corrige la fecha de parto estimada por la fecha de última regla.
Si la ecografía se realiza posteriormente, entre las 13 – 20 semanas, la fiabilidad en el cálculo es algo menor y corregimos la fecha de parto sólo si la diferencia en la ecografía es mayor de 7-10 días.
En resumen, no corregimos la fecha de parto en 3 días, por ejemplo, sino que lo hacemos cuando la diferencia es de, al menos, 7 días y siempre por ecografías realizadas antes de las 20 semanas (lo ideal es hacer las correcciones antes de las 13 semanas).
Si descontamos los casos de error de fechas y de embarazos de menos tiempo de gestación, el embarazo prolongado real es inferior al 5% de los partos.
¿Qué problemas supone un embarazo prolongado?
Si pasas las 41 semanas, los riesgos para ti y para tu feto aumentan.
La principal consecuencia es la mortalidad fetal, sobre todo si se asocia a un peso fetal bajo, es decir, a un retraso de crecimiento.
Los fetos de más de 41 semanas tienen habitualmente un mayor peso. El porcentaje de fetos con macrosomía (más 4500 gr) es mayor y también lo son el número de partos instrumentales, cesáreas y complicaciones en el parto.
Finalmente, aumentan los casos de riesgo de pérdida de bienestar fetal (es decir, de sufrimiento fetal).
Para la madre, la situación de embarazo prolongado aumenta la tasa de partos inducidos. El parto inducido termina en cesárea en el 30% de los casos.
¿Cómo se previene el embarazo prolongado?
Por supuesto, lo primero es fechar bien la gestación durante la primera ecografía del embarazo. De esta forma nos evitaremos casi la mitad de las inducciones por falsos embarazos prolongados y que, en realidad, son embarazos de menos tiempo.
La segunda medida es recomendar actividad física diaria y una vida sexual activa, sobre todo en las últimas semanas de gestación. Hacer ejercicio ayuda a ponerte de parto y evita las gestaciones prolongadas.
Hacer la maniobra de Hamilton. Es un maniobra que realiza tu ginecólogo en gestaciones de 40 -41 semanas. Consiste en despegar las membranas amnióticas mediante un tacto digital por vía vaginal. Reduce claramente la tasa de inducciones por embarazo prolongado.
¿Qué conducta seguimos en caso de embarazo prolongado?
Si tu embarazo se prolonga y pasas de las 41 semanas, se intensifican los controles obstétricos.
Una o dos veces por semanas se deben hacer ecografías y monitorización fetal.
En la ecografía es fundamental la medición o estimación de la cantidad de líquido amniótico. Si disminuye, se debe terminar la gestación.
Tu ginecólogo te propondrá terminar la gestación. Los protocolos varían de unos centros hospitalarios a otros, pero el consenso se establece en no prolongar la gestación más allá de las 42 semanas, es decir, 14 días tras la fecha probable de parto corregida por la primera ecografía del embarazo.
Por tanto, entre los 7 y 12 días tras la fecha de parto se te ingresa para inducción del parto.
Lo habitual es que el cuello del útero esté poco maduro en estos casos. Un cuello cerrado y duro requiere hacer previamente una maduración cervical.
La maduración cervical se realiza durante 24-48 horas con la aplicación de una medicación (prostaglandinas) por vía vaginal. Con ello la inducción del parto (con oxitocina) es más fácil y la tasa de cesáreas es menor.
Si tienes dudas, puedes consultarme.