Cada vez es más frecuente el uso de heparina en el embarazo para evitar complicaciones tromboembólicas, abortos o retrasos de crecimiento fetal. ¿Cómo usarla?
Cada vez es más frecuente usar heparina en el embarazo. Los estudios no están del todo claros, pero cada vez tenemos más evidencias científicas de cómo utilizarla y los beneficios van siendo muy positivos.
Utilizar heparina en caso de tener antecedentes personales de trombosis y embolias (enfermedad tromboembólica) parecen sensatos, incluso si tienes antecedentes familiares en varios miembros de tu familia cercana.
Pero hoy, cada vez se investiga mas la capacidad de tu sangre de coagular. Un exceso de coagulación puede originar aborto habitual, hipertensión en el embarazo, retrasos de crecimiento fetal en embarazos anteriores, fetos que fallecen intraútero sin causa explicable, etc.
Realmente la complicaciones tromboembólicas directas durante la gestación son raras, sobre el 1/1000, pero el resto de las complicaciones obstétricas que te he comentado sí son relativamente frecuentes.
Uno de los principales estudios que realizamos en una gestante con tres o más abortos es un estudio de coagulación de su sangre, buscando alteraciones genéticas (o adquiridas) que supongan una hipercoagulabilidad de su sangre (mujeres cuya sangre coagula en exceso). Si la sangre hipercoagula ocasiona trombosis de los vasos sanguíneos de la placenta y no deja que circule la sangre y que el bebé se alimente.
En esta situación, es cada vez más frecuente indicar heparina en el embarazo. Pero, sí quiero hacerte una recomendación y es que debe de ser el hematólogo (especialista de la sangre), quien realice el estudio y marque las pautas de tratamiento con heparina en tú embarazo.
Por otro lado, debe considerarse como un embarazo de alto riesgo y adecuar los controles y visitas a realizar por tu ginecólogo.
¿Cuál es la importancia de la coagulación en el embarazo?
Ésta es quizá la pregunta de partida y en parte te la he contestado. El bebé se alimenta a través del riego sanguíneo de la placenta. El oxígeno que necesita lo recibe igualmente a través de la circulación sanguínea.
Si la sangre de la placenta se trombosa, no circula, no alimenta y no permite la oxigenación del bebé.
Pero existe otro problema, el embarazo aumenta al doble la coagulación de la sangre materna. Los cambios hormonales son los responsables pero no los únicos.
En volumen del útero, cada vez mayor, no permite que circule la sangre correctamente. A ello debes añadir, el mayor edema en miembros inferiores, el sobrepeso, la inmovilidad, etc. que son factores que aumentar los riesgos de hipercoagulabilidad.
¿En qué pacientes estaría indicado poner heparina en el embarazo?
Con un criterio práctico podemos hacer tres grupos:
1.Embarazada con antecedentes de tromboembolismos.
Visto lo anterior, y si además ya has tenido algún episodio de enfermedad tromobembólica, parece claro el usar heparina y disminuir tu coagulabilidad en sangre. Por supuesto, lo ideal es hacer en estos casos un estudio de coagulación previo y así tener más datos.
Si el embarazo aumenta al doble tu riesgo, el tener antecedentes lo incrementa más de 3 veces.
2. Embarazada con estudio hematológico positivo.
Si ya te han hecho un estudio hematológico, y tu sangre coagula de más (trombofilia), cada vez usamos más la heparina de forma profiláctica, aun sin tener antecedentes de trombosis. Piensa que si ya tienes riesgo genético, y además añadimos el embarazo, los resultados pueden ser nefastos.
3. Embarazo sin antecedentes ni estudio hematológico positivo.
Éste es el grupo de embarazadas más numeroso y en la que puede que te encuentres tú. No has tenido antecedentes a lo largo de tu vida de trombosis y nunca te han hecho un estudio de coagulación (por no haberlo necesitado).
A este grupo no le ponemos heparina durante la gestación, salvo que se presenten tres o más factores de riesgo asociados. En caso de tener varios factores, la recomendación es valorar el uso profiláctico de la haparina durante la gestación y el puerperio inmediato.
- Obesidad
- Edad materna avanzada
- Varices importantes
- Gran multiparidad, >4 hijos.
- Enfermedades médicas asociadas, que aumenten la coagulabilidad de la sangre.
- Inmovilización prolongada.
- Intervención quirúrgica
- Vómitos intensos o deshidratación
- Síndrome de hiperestimulación ovárica.
- Hipertensión grave
- Pérdidas de sangre importantes (tras una cesárea o parto, por ejemplo).
La lista puede ser interminable y no todos los factores tienen la misma influencia. El concepto es siempre el mismo: el embarazo, por sí solo, ya duplica el riesgo de trombosis.
¿Cómo utilizar la heparina?
En los casos anteriores, mi recomendación es consultar con el hematólogo y que marque la pauta de tratamiento. Existen varias marcas y tipos de haparina en el mercado. La marca o tipo de heparina es poco relevante. Solo hay que ajustar bien la dosis del inyectable que te haya indicado el hematólogo.
Se pone en inyección subcutánea (similar la de insulina) diaria, siempre a la misma hora.
Se comienza con la gestación y se debe prolongar durante la cuarentena, tras el parto. Los días siguientes al parto son los de mayor riesgo tromboembólico.
Estas son recomendaciones generales, pero debe ser el hematólogo quien establezca el tratamiento más adecuado a tu caso concreto. De esta forma, tendrás un buen embarazo y un feliz resultado.