Las complicaciones de la placenta pueden tener consecuencias importantes en tu embarazo. La placenta es la unión entre la madre y el hijo.
Antes de hablar de las complicaciones de la placenta quiero darte la enhorabuena si estás embarazada o ánimos si estás buscándolo. Como siempre te digo, la información disminuye la ansiedad que habitualmente genera un embarazo.
Cada vez es más frecuente tener los hijos a edades más avanzadas y las futuras madres se informan a conciencia sobre todos los temas relacionados con su maternidad.
A la hora de buscar información, es comprensible buscar más información sobre el bebé que sobre la propia placenta. Hoy le voy a dedicar a ella este artículo, y te enumero las complicaciones más frecuentes del embarazo en las que la placenta es la protagonista.
¿Es importante el buen funcionamiento de la placenta?
La respuesta parece obvia: SI. La placenta tiene unas funciones básicas para el embarazo:
- Respiratoria
- Alimenticia
- Endocrina
- Excretora de sustancias tóxicas y desechos
- Inmunológica
- Defensa mecánica.
A la vista de estas funciones es fácil que comprendas que su alteración puede provocar graves complicaciones para el embarazo:
Placenta previa
En los embarazos con placenta previa, lo que se altera no es el funcionamiento de la placenta sino su localización.
Denominamos placenta previa cuando la situación de la placenta tapa el orificio de salida del útero (cuello), situado en la parte inferior de tu abdomen.
En esta situación, al darte contracciones se pueden romper vasos sanguíneos, despegarse la placenta y tener una grave hemorragia que puede afectar tanto a tí como al bebé.
Desprendimiento de placenta
En este caso, la placenta, previamente bien insertada (anclada) dentro del útero, se despega y provoca una hemorragia y que el bebé no se alimente correctamente. Es una situación grave que requiere una acción inmediata.
Afortunadamente, es poco frecuente. Complica menos del 1% de los partos.
El síntomas principal es el sangrado, presente en más del 80 % de los casos.
Crecimiento intrauterino retardado (CIR).
Nos pasamos toda la gestación midiendo el crecimiento del bebé mediante la ecografia, para detectar si es adecuado a cada momento de la gestación. Existen multitud de tablas de medidas y pesos fetales adaptados para cada semana de gestación.
La placenta es el órgano que alimenta a tu hijo durante los nueve meses que dura una gestación. Cualquier alteración que la afecte se traduce en un retraso en el crecimiento del bebé dentro del útero.
La placenta funciona con un gran margen. Es decir, no está funcionando a pleno rendimiento en ningún momento de la gestación. Por ello, pequeñas alteraciones en su función no se traducen en un menor crecimiento para el bebé. Pero si la alteración es importante, le llega menos alimento al feto, y no crece bien.
Las causas del retraso de crecimiento pueden ser:
- Genéticas: por una alteración cromosómica, por ejemplo.
- Enfermedades en la madre: diabetes, malabsorción intestinal, etc.
- Problemas de la placenta: como los que te comento en este artículo.
Hipertensión materna
La hipertensión es una de las complicaciones de la placenta más frecuentes.
Consideramos hipertensión en el embarazo cuando tienes igual o mas de 140/90 mm Hg. La cifra más importante durante la gestación es la que denominamos «mínima» o diastólica, pues de ella depende que el bebé reciba suficiente sangre a través de la placenta y se alimente.
Lo primero es distinguir entre hipertensión crónica o pregestacional e hipertensión inducida por el embarazo.
Esta última es la que hoy te comento.
La hipertensión inducida por el embarazo se produce por un problema en la plancentación. El anclaje de la placenta al útero no se realiza correctamente y favorece la aparición de hipertensión.
En la mayoría de los casos, con los tratamientos actuales, no debes de tener mayor problema. No obstante en los casos más graves puede originar un retraso de crecimiento del bebé o que incluso haya que terminar la gestación antes del término.
Degeneración molar (MOLA).
La placenta, como cualquier órgano del cuerpo, puede sufrir una degeneración celular.
El caso más grave de degeneración celular son los cánceres, y en la placenta puede aparecer un tipo de cáncer denominado coriocarcinoma. Afortunadamente es muy raro.
La mola es una forma «menor» de degeneración celular placentaria (en principio, no maligna). La placenta en algunos abortos contiene células con degeneración molar que conviene revisar. Si tienes un aborto con mola, no debes volver a quedar embarazada durante un año, y durante este tiempo te tenemos vigilada con controles periódicos.
Amenaza de aborto
La amenaza de aborto es muy frecuente y se presenta en un 20% de las gestaciones. El síntoma principal es el sangrado en la primera mitad del embarazo.
La causa suele ser un desprendimiento parcial de la placenta con acúmulo de sangre entre la pared uterina y la placenta (hematoma retroplacentario). En esta situación el embrión no se alimenta correctamente y puede terminar deteniéndose su desarrollo.
Transfusión feto-fetal en gemelos
En las gestaciones gemelares conviven los dos fetos dentro del útero. En las gestaciones gemelares monocoriales, además, comparten la misma placenta y puede que un feto reciba mayor riego sanguíneo que el otro. Se produce en estos casos lo que llamamos transfusión feto-fetal, es decir parte de la sangre que le corresponde a un feto termina en el otro.
La gestación gemelar se considera un embarazo de alto riesgo, sobre todo si comparten la misma placenta (monocorial).
Coriamnionitis
Llamamos así a la infección de la bolsa, líquido amniótico y placenta. Si estas estructuras están infectadas, igualmente lo estará el feto.
La coriomaniotis es frecuente si tienes la bolsa rota durante mucho tiempo. Pero, incluso, puede aparecer con las membranas intactas.
Retención de restos de placenta tras el parto
Para terminar, la placenta también puede «complicarnos la vida» tras el parto. Es el caso de la retención de un trozo de placenta. En algunas ocasiones, tras el parto se produce una atonía, es decir, el útero no se contrae bien tras la salida del bebé y continúas sangrando. La retención dentro de un trozo de placenta puede ser la causa de la hemorragia postparto.
En estos casos, basta con extraer el fragmento de placenta para solucionar el problema.
Éstas son las complicaciones de la placenta más frecuentes, pero hay más. Revisa los enlaces dentro de cada apartado.
En principio esta lista puede agobiar, pero piensa que lo habitual es tener un embarazo sin complicaciones.
Si lo deseas, puedes consultarme tus dudas.