Tu bebé se encuentra dentro del útero bañado en líquido amniótico. Pero, ¿sabes cuál es su función o su regulación?.
Al rodear al feto durante los nueve meses de desarrollo, comprenderás que cualquier problema que lo afecte tiene sus repercusiones en el feto y, a su vez, nos indica su grado de bienestar fetal.
¿Qué es el líquido amniótico?
Dentro de la bolsa el bebé está rodeado de un líquido algo turbio por contener unas partículas sólidas en suspensión: lanugo, células fetales y de la bolsa que van descamándose. Suele ser incoloro en ausencia de sufrimiento fetal.
Su producción se inicia desde el mismo momento del desarrollo y su cantidad va aumentando paralela al crecimiento de tu hijo dentro del útero. Así, a los tres meses tienes 50cc y aumenta hasta unos 1000 cc a las 32-34 semanas. Tras este momento, el líquido disminuye lentamente hasta el parto.
Durante la gestación, el líquido está en continuo proceso de formación y de reabsorción. La cantidad que tienes, rodeando a tu feto en todo momento, es la consecuencia entre ambos procesos.
Producción de líquido amniótico
Al comienzo de la gestación, el líquido se produce por:
- La filtración a través de las membranas de la bolsa amniótica que rodea al feto,
- El trasudado de líquido a través de la piel del feto en los primeros meses.
- La orina del bebé a partir de los tres meses de gestación. Este mecanismo es el fundamental en la segunda mitad de la gestación.
- Finalmente, también las secreciones de boca, laringe y el pulmón fetal contribuyen a su formación.
- Material intestinal (heces) en pequeña cantidad. Si pasa gran contenido de heces al líquido (meconio), puede ser signo de falta de oxigeno en algún momento del embarazo.
Te llamará la atención comprobar que los fetos orinan dentro de la bolsa y tragan líquido por la boca, pero es así.
Eliminación de líquido amniótico
Simultaneamente, el líquido va reabsorbiéndose de diversas formas:
- El feto traga líquido de forma constante y progresiva. En múltiples ocasiones vemos por ecografía cómo deglute el feto. Lo hace entre 2 y 7 veces al día.
- El segundo mecanismo es por difusión a través de la superficie de las membranas, cordón y placenta.
Por tanto, estos mecanismos establecen una circulación de líquido, de forma que la cantidad presente en la bolsa amniótica es consecuencia del equilibrio entre la formación (orina y secreciones orales y pulmonares, básicamente) y la eliminación (deglución y paso a través de las superficies de membranas y placenta).
Como comprenderás tras lo comentado hasta ahora, el líquido amniótico es el reflejo de la situación del feto dentro del útero. Si el feto no crece bien, el líquido puede disminuir traduciendo que la placenta es insuficiente.
¿Cuáles son las funciones del líquido amniótico?
- Evitar la infección del feto: el líquido contiene sustancias antibacterianas que le protegen de las infecciones.
- Función mecánica: evita que el feto se vea comprimido dentro del útero y no pueda moverse. Las extremidades se mueven y se desarrollan gracias a que el feto esta inmerso en líquido amniótico.
- Como aislante: en este caso tiene una doble misión. Evita traumatismos y lo protege. Por otro lado, es un aislante térmico que le permite ahorrar energía.
- Permitir el desarrollo del pulmón fetal: Si rompes bolsa y te quedas sin líquido de forma prolongada, el pulmón fetal no consigue un correcto desarrollo.
- Desarrollo del aparato digestivo.
- Facilitar el parto: el líquido favorece la dilatación y lubrica el canal del parto.
- Aporta conocimientos sobre el bienestar fetal y permite su estudio en múltiples ocasiones.
¿Cómo estudiamos al feto a través del líquido amniótico?
El íntimo contacto del líquido con el feto y su relación con las funciones pulmonar y digestiva nos permiten estudiar al feto a través del líquido.
Los dos mecanismos para su estudio son la ecografía y la simple punción abdominal para extraer líquido y analizarlo (amniocentesis).
Un análisis del líquido nos permite saber qué infección tiene el feto o qué tal funcionan algunos de sus órganos.
Mediante ecografía podemos saber si tu bebé tiene aumento o disminución de líquido. Ésta es una de las preguntas más habituales en la consulta, ¿Tiene líquido suficiente? Ahora entenderás su importancia.
Por otro lado, el sacar líquido y analizarlo (amniocentesis) nos permite:
- Detectar infecciones recientes o actuales
- Cultivar gérmenes
- Estudios genéticos y cromosómicos: saber si tiene un síndrome de Down, por ejemplo.
- Estudios hormonales o analíticos.
- Saber la madurez del pulmón fetal.
- Permitir técnicas de diagnóstico y tratamiento intrauterino-endoscópico de malformaciones (fetoscopia).
Por tanto, cualquier alteración en la composición, aumento (polihidramnios) o disminución (oligoamnios), puede indicar un problema en el feto.
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