En la insuficiencia placentaria, el bebé recibe menos oxígeno y menos alimentos, no se eliminan toxinas y no permite su desarrollo normal.
En otros artículos te he comentado las funciones básicas de la placenta. Es el principal órgano de intercambio que tienes con tu futuro hijo. La placenta sirve para alimentar a tu hijo, darle el oxígeno que necesita, tiene funciones hormonales, permite eliminar las sustancias tóxicas procedentes de su metabolismo, sirve de barrera mecánica y cómo órgano protector en un sentido amplio.
¿Qué es la insuficiencia placentaria?
Pero, te preguntarás… ¿qué es la insuficiencia placentaria?. Es posible que no hayas oido este término, pero es muy importante saber algo más sobre ello, sobre todo si estás o vas a estar embarazada.
Una placenta insuficiente es aquella que es incapaz de cumplir correctamente su misión. Basta con ver las funciones de la placenta para saber que el desarrollo y la vitalidad de tu hijo dependen de ella. Así, las consecuencias de su mal funcionamiento pueden ser graves: retraso en el crecimiento del bebé, hipertensión, partos prematuros, rotura prematura de membranas, etc.
¿Por qué se produce la insuficiencia placentaria?
Si eres «una madre curiosa», tal vez quieras saber cómo se produce el problema. Tras la fertilización del óvulo por el espermatozoide, el huevo formado comienza a dividirse rápidamente. En la multiplicación celular, una parte de las células originan el embrión y otras dan lugar a la placenta.
La placenta enraíza en la pared interior del útero materno. Las células de la placenta tapizan por dentro los vasos sanguíneos del útero para dilatarlos y evitar que respondan a las hormonas de la madre. La consecuencia es que la placenta recibe un gran cantidad de sangre de la madre. Se trata de que a tu hijo no le falte alimento. Este proceso de enraizamiento o anclaje termina sobre los cuatro meses de gestación.
En la insuficiencia placentaria, el proceso de placentación o enraizamiento es defectuoso. Las células de la placenta no tapizan por dentro correctamente a los vasos de la madre. El resultado es que el bebé recibe menos sangre y las funciones básicas de la placenta son defectuosas.
La insuficiencia placentaria puede ser aguda o crónica. La forma aguda es el típico sufrimiento fetal en el parto. La forma crónica es la que te explico en este artículo. El bebé come menos y se oxigena peor, originando retrasos en su desarrollo intrauterino.
¿Cuáles son las causas de la insuficiencia placentaria?
Una placenta insuficiente es una placenta incapaz de realizar sus funciones correctamente. En un sentido amplio, las causas de esta insuficiencia pueden múltiples y depender de:
- Madre
- placenta
- Feto
Causas maternas
- Alteraciones de la tensión arterial (hipertensión como hipotensión)
- Diabetes
- Enfermedades de la madre: malformaciones uterinas, miomas, enfermedades autoinmunes, cardiopatías, etc.
Causas placentarias
- Placenta previa
- Desprendimientos de placenta
- Tumores placentarios
- Embarazos prolongados, de más de 42 semanas.
- Infecciones placentarias: Toxoplasmosis, citomegalovirus, listeria, etc.
Causas fetales
Algunas enfermedades fetales pueden ocasionar un cuadro de insuficiencia. Entre ellas la isoinmunización por grupo sanguíneo Rh.
Como ves son múltiples las causas de la insuficiencia placentaria. Su efectos pueden llegar a ser muy graves en el feto, afectándole no solo en su crecimiento sino a todos los niveles. Tu, cómo madre, también puedes sufrir las consecuencias. El efecto más conocido es la hipertensión arterial materna del embarazo.
¿Cómo se diagnostica el riesgo de insuficiencia placentaria?
Es muy díficil predecir qué embarazadas van a sufrir una insuficiencia placentaria. No existe actualmente ningún método eficaz, pero se está trabajando mucho sobre ello.
Los estudios hormonales al inicio de la gestación y la ecografía con tecnología doppler realizadas a las 12 y 20 semanas permiten establecer un cálculo de tu riesgo de sufrir una insuficiencia placentaria.
El procedimiento se basa en hacer un análisis de sangre (hormonas como la PIGF o como la PAPP-a utilizada en el cálculo de riesgo del síndrome de DOWN) y una determinación de la cantidad de sangre que recibe el útero a través de las arterias del útero. Con ello podemos establecer un índice de riesgo de insuficiencia placentaria (de hipertensión arterial y retraso de crecimiento del feto).
Este procedimiento (hormonas más ecografia en la semana 12 y 20) presenta unos resultados cada mejores (en términos estadísticos de sensibilidad) y permiten detectar el 60-70% de las gestaciones que terminarán sufriendo una hipertensión arterial con retraso de crecimiento fetal.
Conducta ante una paciente con riesgo de insuficiencia placentaria
Pero, ¿existe tratamiento para estos embarazos? ¿Cómo actuamos?
Mi consejo siempre es realizar una visita preconcepcional. En caso de tener el antecedente de insuficiencia placentaria en la gestación anterior, ya permite realizar un mayor control de tu futura gestación.
No existe un tratamiento perfecto en caso de insuficiencia placentaria. Pero, la estrategia sería la siguiente:
Lo ideal es hacer un cálculo de riesgo de insuficiencia placentaria (hormonas más ecografía, como te he comentado), sobre todo si tienes antecedentes. En caso de tener un índice de riesgo alto la conducta es :
- Un mayor control del embarazo, dado que ya se considera un embarazo de riesgo. Controles ecográficos más frecuentes.
- Administración de Aspirina a dosis bajas diarias (AAS 100mgr/día) a partir de los 3 meses de la gestación. La Aspirina es un antiagregante de la sangre y mejora la circulación de la placenta.
Esta conducta puede reducir las complicaciones de tu embarazo (retraso de crecimiento e hipertensión) al 50%.
Lo ideal es hacer el cálculo de riesgo a las 12 semanas y, si el riesgo es alto, iniciar tratamiento con aspirina, antes de que termine el proceso de placentación (sobre los cuatro meses). La determinación a las 20 semanas, permite controlara mejor la gestación pero la prevención con aspirina ya tiene pocos beneficios.
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