Algunas mujeres necesitan un cerclaje cervical para solucionar su problema de partos prematuros o de abortos en el segundo trimestre. ¿Es tu caso?
El cerclaje cervical es una pequeña operación indicada en determinados casos. En el artículo de hoy te comento en qué consiste y cuándo puede ser útil.
¿Qué es un cuello de útero insuficiente?
El útero es la «bolsa» que contiene al bebé durante la gestación. Tiene varias misiones: contener, alimentar y expulsar en el parto al bebé.
Se considera aborto tardío a aquel que se produce entre en el segundo trimestre (13 a 22 semanas) y parto inmaduro o prematuro al que tiene lugar a partir de las 23 semanas y hasta las 37 sem. Un parto a término es aquel que se produce con más de 37 semanas.
Te recuerdo que una gestación normal suele durar unas 40 semanas (280 días), contadas desde el primer día de la última regla.
El útero, en su misión de contener, dispone de lo que denominamos cuello del útero. Este es el lugar de donde tomamos la citología para la prueba de detección precoz del virus del papiloma y cáncer de cuello de útero.
El cuello del útero permanece cerrado durante toda la gestación y sellado por lo que llamamos el tapón mucoso.
Denominamos al cuello insuficiente cuando se abre espontáneamente antes de las 37, es decir, cuando es incapaz de mantenerse cerrado cumpliendo su misión durante la gestación.
Las mujeres con cuellos insuficientes suelen tener una historia obstétrica de varios abortos tardíos y partos inmaduros o prematuros.
Técnicamente, a este problema le llamamos insuficiencia ístmico-cervical.
¿Qué es un cerclaje cervical?
El cerclaje es una de las posibles soluciones o conductas que tomamos en caso de que tengas un útero con un cuello insuficiente, es decir que se abre solo al aumentar el tamaño de tu bebé.
La situación es dramática: estás embarazada de 5 meses, por ejemplo, y el cuello del útero se abre espontáneamente y el bebé nace, inmaduro y sin posibilidades de sobrevivir.
El cerclaje puede ser la solución en algunos casos. La decisión no siempre es fácil y clara.
El cerclaje consiste en «coser o atar» el cuello de útero, bien para que no se abra o bien para cerrarlo si ya se ha entreabierto. Empleamos una sutura no reabsorbible y se retira hacia las 37 semanas, ya cumplida su misión.
La técnica se realiza en quirófano, con anestesia raquídea (de cintura hacia abajo) similar a la que usamos para hacer una cesárea.
¿Cuándo está indicado poner un cerclaje cervical?
La definición de insuficiencia cervical no está del todo clara. A veces nosotros mismos, los ginecólogos, no nos ponemos de acuerdo y es justo reconocerlo.
Por tanto, las indicaciones para someter a una embarazada a un cerclaje tampoco están universalmente claras.
Piensa que el cerclaje es una operación (pequeña), pero que puede suponer que rompas la bolsa o que se inflame el cuello, produzca contracciones y termine naciendo el bebé antes de lo deseado. No es una operación inofensiva pues tiene sus riesgos.
Para decidir hacer un cerclaje nos fijamos en tres factores:
- Historia
- Ecografía
- Exploración
Historia de tus embarazos anteriores (historia obstétrica)
Cuando te hacemos la historia clínica, al comienzo de la gestación, clasificamos tu actual embarazo según el riesgo.
Si tienes tres o más pérdidas sin causa aparente (abortos tardíos entre las 13 y 22 semanas/partos inmaduros/partos prematuros), te hacemos un cerclaje. Observa que digo tres o más. En caso de tener una o dos pérdidas reproductoras no están claros los beneficios de hacer un cerclaje y nos basamos en la ecografía.
Ecografía con cuello acortado en su longitud
El cuello del útero tiene una longitud mayor de 25 mm durante la gestación. Hoy sabemos que el cuello del útero, al dilatar, primero acorta su longitud y luego comienza a dilatar. Esta circunstancia nos permite medir el cuello por ecografía y clasificar a una paciente de riesgo alto o bajo.
Las pacientes que tienen una longitud de cuello menor de 25 mm, tienen más riesgo de parto inmaduro/prematuro.
Las pacientes con antecedentes de partos inmaduros/prematuros y/o abortos tardíos deben hacerse ecografías para medir la longitud del cuello.
Se suele medir por ecografía vaginal.
El hallazgo aislado en la ecografía (sin antecedentes) de tener un cuello corto, obliga a tener una vigilancia estrecha de la gestación, pero no indica la necesidad de hacer un cerclaje profiláctico o preventivo.
Pero, ¿qué ocurre si se unen los dos factores anteriores?. Es el caso de una mujer con un aborto inexplicable de 16 semanas (historia) y que en la gestación actual a las 18 semanas medimos el cuello (ecografía) y está acortado (<25 mm de longitud).
En caso de antecedentes obstétricos y cuello ecográficamente corto <25 mm (antes de las 24 semanas) se debe valorar la opción de cerclaje cervical programado profiláctico.
Exploración clínica del cuello
Hasta ahora te he explicado las indicaciones del cerclaje cervical programado. Pero existe una tercera situación, en este caso para un cerclaje cervical urgente.
Es el caso de una embarazada de por ejemplo 21 semanas de embarazo que acude a urgencias por molestias abdominales difusas. A la exploración, el cuello del útero útero está abierto ya unos 2-3 cm y se ve la bolsa amniótica asomando. La paciente no tiene contracciones, pero el cuello del útero está abierto.
Esta es una situación muy desafortunada, y no fácil de resolver. Además no existe acuerdo entre nosotros los ginecólogos, sobre si un cerclaje de urgencia puede mejorar la situación.
En esta situación, debes saber que el parto se va a producir en pocas semanas en el mejor de los casos incluso los que se someten a cerclaje (a veces en horas).
Parece ser que el hacer un cerclaje cervical de urgencia puede retener la gestación algunas semanas más que en el caso de no hacer nada. Por su supuesto, informamos a los padres de las pocas posibilidades existentes. Afortunadamente, estas situaciones son muy poco frecuentes.
En el otro lado de la balanza hay que poner los riesgos de un cerclaje de urgencia. Se puede romper la bolsa al intentar cerrar el cuello del útero, por ejemplo.
Para terminar, decirte que el cerclaje, si bien no es la solución a todo, sí puede en determinados casos concretos dar una última oportunidad a tu embarazo. Habla con tu ginecólogo.