El desgarro perineal es una de las mayores preocupaciones de una embarazada, tras saber que el bebé se encuentra en buen estado.
El desgarro perineal es uno de los miedos propios del parto por sus posibles consecuencias a largo plazo: incontinencia de heces, etc.
La episotomía, consiste en realizar un corte en el periné para ampliar el diámetro de salida de la vagina, favorecer la salida de la cabeza de tu hijo y evitar desgarros incontrolados en la zona.
El periné es la zona de piel y músculo que une la vagina con el ano. Esta zona contiene los esfínteres que cierran los genitales, uretra y ano. La lesión de la zona puede ocasionar incontinencia de orina, de gases y de heces, así cómo dolor en las relaciones sexuales.
La episiotomía es el corte limpio, quirúrgico, que hacemos en la vulva y periné en el momento del expulsivo. Su reparación es igualmente quirúrgica y es muy importante que cuides bien los puntos para favorecer su correcta cicatrización y evitar sus complicaciones.
¿Qué es un desgarro perineal?
La respuesta es sencilla: la rotura accidental de los tejidos del periné en el momento del expulsivo de la cabeza de tu bebé.
El origen exacto puede ser la simple salida de cabeza del feto, o también como consecuencia directa del corte de una episiotomía que se prolonga, o tras la aplicación de un parto instrumental para la ayuda en el expulsivo de la cabeza fetal.
Por supuesto, lo mejor es la prevención como te comentaré más adelante.
¿Cuántos tipos de desgarro perineal existen?
No todos los desgarros son iguales. Es de sentido común pensar que existen varios tipos, unos con mayor gravedad que otros. Veámoslos …
- Desgarro de I grado: afecta solo a la piel del periné y de la vagina.
- Desgarro de II grado: afecta a la piel y al plano muscular que hay debajo de ella.
- Desgarro III grado: la rotura es más profunda. Afecta además de lo anterior, a los esfínteres musculares que cierran el ano.
- Desgarro de IV grado: la rotura es completa y además se abre la mucosa de ano y recto. Es la forma más grave.
Rápidamente, tras ver la descripción, comprobarás que las formas más graves y las que pueden dejarte secuelas, si no se atienden de forma correcta, son los de III y IV grado.
Los desgarros de I-II no suelen darte mayores complicaciones a largo plazo. La lesión del esfínter (III_IV) puede ocasionar incontinencia de gases y heces.
¿Cómo se puede prevenir el desgarro perineal?
- Evitar los factores de riesgo: fetos de gran peso (macrosomía), partos inducidos, expulsados prolongados, partos instrumentales, etc.
- Evitar la episiotomía
- En caso de necesidad utilizar una técnica adecuada de episiotomía y de protección del periné en esparto por parte de la matrona/ginecólogo.
- Realizar un cuidado exquisito de los puntos de la episiotomía o sutura del desgarro.
¿Cómo se reparan los desgarros perineales?
Lo habitual es aprovechar la anestesia epidural de la dilatación. En caso contrario, se pone anestesia local para realizar la sutura en casos de desgarros de I-II grado. En desgarros amplios, es necesario poner anestesia regional (raquídea o epidural).
Los principios de la reparación son cuatro:
- Realizar la sutura en planos: esfínteres, plano muscular y piel.
- Hacerlo de forma cuidadosa, identificando bien los planos.
- Cuidar los puntos de forma correcta
- Rehabilitar la zona
El cuidado de los puntos es similar al de la episiotomía. Revisa este enlace de un artículo anterior.
Es muy importante ponerte profilaxis antibiótica para evitar que los puntos se infecten. Piensa que la zona es especialmente sensible.
Cuidados posteriores tras el desgarro perineal y su sutura.
Tan importante como la prevención y la sutura cuidadosa son los cuidados posteriores de tus puntos y periné ya reparado.
En los primeros días (5-10 días), la profilaxis antibiótica es básica.
Es importante que vayas al baño con regularidad. No interesa que estes estreñida o que retrases el momento. Conviene por tanto, dar una dieta rica en verduras y fibras, con abundantes líquidos y algunas laxante desde el primer día. El objetivo es que vayas al baño con regularidad desde el primer día si es posible.
Lo habitual es que en pocas semanas todo se haya normalizado. Piensa que aún en el caso de desgarros graves, más del 80 % de las pacientes no presentará ninguna secuela.
A partir de las 6-8 semanas puedes comenzar con ejercicios de suelo pélvico para dar un mayor tono al plano muscular del periné.
En caso contrario, el 20%, presenta algún tipo de incontinencia. Si es tu caso, coméntalo con tu médico para que te remita a la Unidad de suelo pélvico o al cirujano para valorar el esfínter anal y su posible reparación.
¿Cuál es el consejo para los siguientes partos?
Si has tenido un desgarro perineal de III/IV grado, es normal tu preocupación para el siguiente parto.
La posibilidad de recurrencia en los siguientes partos es 4-5 veces mayor que en la población general.
No existen normas exactas.
Como recomendación general, en desgarros leves no se condiciona la vía del siguiente parto.
En casos de desgarro graves (III-IV) se puede plantear el hacer una cesárea electiva si la paciente está de acuerdo y, sobre todo, en casos en los que ya tienes algún tipo de incontinencia de heces o gases (sintomáticos).
Por supuesto, si has necesitado rehabilitación de suelo pélvico o cirugía del esfínter el consejo general es evitar un nuevo parto vaginal.
Si necesitas más información puedes consultarme.