Los condilomas en el embarazo son más frecuentes que en la población normal. El embarazo disminuye el nivel de tu inmunidad. Te lo explico.
El virus del papiloma humano es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en la mujer. El 80% de las mujeres sexualmente activas pasa la infección a lo largo de su vida. Incluso varias veces.
La gran mayoría de las veces se produce la curación espontánea sin mayores consecuencias. Pero debes saber que el virus del papiloma es el causante del cáncer de cuello de útero. ¡Espera!, no te agobies. La frecuencia del cáncer de cuello es de 7 casos / 100.000 mujeres. Por tanto, la infección se cura, y de forma espontánea, en la mayoría de las mujeres (>90%).
Hacemos la citología vaginal, a partir de los 25 años, buscando alteraciones provocadas por el virus del papiloma. Las mujeres con citologías alteradas son vigiladas más estrechamente con colposcopias y biopsias.
Conocemos hoy día más de 100 tipos distintos de virus del papiloma. En concreto, los tipos 6 y 11 son los que más frecuentemente originan condilomas. La ventaja es que son tipos muy poco agresivos. Los tipos que se asocian a cáncer de cuello de útero son el 16 y 18 (responsables del 70% de los cánceres de cérvix) y no producen condilomas.
Los condilomas son verrugas pequeñas con forma de cresta de gallo que aparecen en los genitales, entrada de la vagina y zona perianal.
¿Porqué son tan frecuentes los condilomas en el embarazo?
Es posible detectar el virus del papiloma en el 10% de la población no embarazada, mientras que durante la gestación se duplican las cifras a más del 20%. ¿Qué ocurre?.Es bien sencillo. El embarazo es una situación de «tolerancia inmunológica«. Dado que tu cuerpo tiene que llevar al bebé durante 9 meses, y la mitad de sus células son del padre (extrañas para tu cuerpo) se desarrolla una bajada en las defensas.
Esta ventaja para el bebé, supone una mayor vulnerabilidad ante infecciones para la madre. Los condilomas, y todas las infecciones por el virus del papiloma, son más frecuentes durante la gestación.
¿Cómo puedes saber si tienes condilomas en el embarazo?
En este artículo solo me voy a referir a los condilomas o verrugas genitales.
La forma de detectar el virus del papiloma, y sobre todo sus efectos sobre las células del cuello del útero, es hacer la citología vaginal. En caso de estar alterada hacemos colposcopia y biopsia para saber el grado de afectación de dichas alteraciones en las células del cérvix.
Pues bien, volviendo a los condilomas, su diagnóstico es sencillo. Una simple revisión ginecológica y la inspección de los genitales es suficiente. Aparecen verrugas con forma de cresta de gallo muy características. Esta forma es al principio de su aparición, pues con el paso de los meses o años, pueden desaparecer las crestas.
Por supuesto, si tienes condilomas es posible que también tengas alteraciones en la citología vaginal. Lo habitual es tener más de un tipo de virus y puedes tener, por ejemplo, un tipo 6 (condilomas) y un tipo 16 (lesiones celulares en el cuello del útero, detectables por la citología).
¿Qué tratamiento tienen los condilomas en el embarazo?
Fuera de la gestación, los condilomas se tratan con cirugía o con cremas abrasivas, sobre todo. Durante la gestación, no solemos hacer tratamiento.
Piensa que la mayoría de los condilomas desaparecen o disminuyen tras las gestación. Recuerda que la inmunidad baja si estás embarazada.
No obstante, si lo deseas, podemos usar el imiquimod en crema. Eso sí, sólo durante el segundo y tercer trimestre. Aunque no produce malformaciones, por seguridad no lo usamos durante el primer trimestre.
¿Y en el parto?. Los condilomas no suelen afectar al parto. La afectación fetal no parece ser importante y por tanto, el acuerdo de la mayoría de los protocolos es que tengas un parto vaginal. De hecho, solo el 3% de los bebés cuyas madres tenían condilomas en los genitales en el momento del parto, tienen serologías positivas para el virus del papiloma a los 3 años de vida.
En algunos casos de condilomas o verrugas muy exuberantes, en los que el parto es físicamente imposible, hacemos cesárea.
Lo mejor, por supuesto, es ponerte la vacuna del papiloma a los 14 años, antes de tener relaciones sexuales. Si ya tienes relaciones sexuales, cuanto antes te la pongas mejor. Revisa ese enlace anterior para más información.
El virus del papiloma, condilomas, citología, colposcopia, vacunas, etc. son temas complejos y es fácil agobiarse. Si deseas más información puedes obtenerla en el ebook que he publicado para tí en AMAZON: “Como entender el virus del papiloma sin ser médico”.