Ante un diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica piensa en una infección de los genitales internos que puede causar esterilidad hasta en el 20% de los casos.
En los estudios de esterilidad, conocer tus antecedentes médicos es fundamental. En el caso del artículo de hoy, el haber tenido un diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica anterior nos puede hacer sospechar que tengas algunas de sus secuelas.
La infección procede de gérmenes que ascienden desde la vagina hacia el útero, trompas, ovarios y cavidad abdominal. Detectar precozmente el problema nos permite poner soluciones (antibióticos) y evitar complicaciones mayores.
Hace poco publicaba un artículo sobre los factores de riesgo principales de esta enfermedad y hoy te hablo de cómo se llega al diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica.
Diagnóstico de enfermedad inflamatoria pélvica
- Clínica
- Análisis de laboratorio
- Cultivos vaginales y estudio microbiológicos
- Pruebas de imagen: Ecografía, TAC y Resonancia Magnética.
- Cirugía
-
Diagnóstico clínico:
Sospecharemos una enfermedad inflamatoria pélvica cuando tengas dolor o sensación de distensión abdominal. Como comprenderás estos síntomas al inicio de la enfermedad pueden pasar desapercibidos, pero la infección tiende a progresar.
En otras ocasiones puedes notar un aumento de flujo vaginal (50% de los casos) o fiebre o malestar general.
Con menos frecuencia, pueden aparecer molestias de orina o al tener relaciones sexuales (dispareunia), sangrado irregular, nauseas, etc.
Estos síntomas tienen una especial relevancia si además presentas alguno de los factores de riesgo típicos:
- Edad menor de 25 años.
- Antecedente de haber padecido alguna enfermedad de transmisión sexual o algún otro episodio de enfermedad inflamatoria pélvica.
- Múltiples compañeros sexuales (multiplica el riesgo en más de cuatro veces).
- No utilizar preservativos.
- Inserción reciente de diu (en los últimos meses).
¿Qué podemos encontrar en la exploración ginecológica si tienes una enfermedad inflamatoria pélvica?. Cuándo exploro una paciente con esta enfermedad aparece dolor a la exploración abdominal, aumento de flujo, úlceras vaginales o condilomas (en algunos casos), enrojecimiento de la vagina, etc.
Si presentas una edad joven, con dolor abdominal, fiebre, aumento de flujo y, además, tienes alguno de los factores de riesgo anteriores existe una alta sospecha que obliga a continuar haciéndote pruebas, hasta llegar o descartar el proceso.
2. Analítica:
Lo primero es hacer un análisis de sangre para ver si existen signos de infección: leucocitosis (aumento de glóbulos blancos).
Además hacemos proteína C reactiva o determinación de la velocidad de sedimentación(VSG). Esta determinación analítica nos sirve además para controlar la evolución y la respuesta al tratamiento. Cuanto más eficaz es el antibiótico, más rápidamente descienden los valores y vuelven a la normalidad. Haremos un análisis cada 24-48 horas hasta estar seguros de que la infección se reduce rápidamente.
Obviamente se deben tomar cultivos de flujo vaginal y del cuello del útero. Nos dirá en pocos días el germen que ha originado el problema y si el antibiótico que estamos administrando va a ser eficaz (gérmen sensible al antibiótico). Normalmente, ante la sospecha ya iniciamos el tratamiento con antibióticos para minimizar las consecuencias. Te recuerdo que produce problemas de esterilidad hasta en el 20% de las mujeres que la padecen.
3. Diagnóstico con pruebas de imagen:
La pruebas que más se utilizan son la ecografía vaginal, TAC, y la resonancia magnética.
Obviamente, como ginecólogo lo primero que utilizo es la ecografía, que tiene una capacidad diagnóstica superior al 80%. La clínica, exploración, cultivos vaginales y la analítica de sangre completarán tu diagnóstico.
No obstante, si quiero comentarte que al inicio del cuadro clínico o en formas leves puede que la ecografía no detecte nada anormal. Por tanto, una ecografía normal no descarta un diagnóstico de enfermedad inflamatoria leve. Hay que ver el resto de las pruebas comentadas.
En los casos graves podemos encontrar ya formados abscesos pélvicos, en los ovarios o en las trompas (hidro-piosalpinx).
En ocasiones, ante la duda podemos completar el diagnóstico con un TAC o una resonancia. El TAC es una prueba disponible en las urgencias hospitalarias y tienen una capacidad diagnóstica de entre el 80-90%.
4. Cirugía.
En raras ocasiones recurrimos a la cirugía para el diagnóstico y el tratamiento . Si tenemos dudas, y el cuadro clínico es importante, podemos proponerte el hacer una laparoscopia bajo anestesia general. Por supuesto y dado que es una cirugía (no exenta de complicaciones), sólo la empleamos en los casos muy graves o con grandes dudas diagnósticas.
¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica?
Para hablarte de tratamiento lo primero es distinguir entre cuadros leves o graves:
- En caso de padecer una enfermedad inflamatoria leve, indico tratamiento antibiótico de forma ambulatoria, es decir, en casa. En pocos días debes de haber mejorado. En caso contrario, y sobre todo cuando ya tenemos los resultados de los cultivos vaginales, cambiaremos de tipo de antibiótico.
- En las formas graves, ingresamos en el hospital. Es necesario administrar antibióticos a alta dosis y de forma intravenosa.
- Finalmente, en las formas muy graves, con grandes abscesos pélvicos o ante la rotura de un absceso, puede que sea necesario operar en quirófano para limpiar el pus, liberar adherencias, y dejar drenajes. Afortunadamente, son casos muy poco frecuentes.
Conclusión
La enfermedad inflamatoria pélvica es un problema agudo, que requiere tratamiento lo más pronto posible para evitar las complicaciones.
La complicación principal a corto plazo es la necesidad de cirugía para limpiar la infección. A largo plazo me preocupa que tus genitales, en concreto las trompas, queden dañados y sean causa de esterilidad.
El diagnóstico inicial no siempre es fácil, pues no da unos síntomas específicos. Pero, ante la duda, conviene iniciar cuanto antes el tratamiento con antibióticos. Posteriormente, en 48-72 horas, tendremos los resultados de los cultivos vaginales que confirmarán (o descartarán) el diagnóstico.
La normalización de las analíticas y la desaparición de los síntomas en 48-72 horas nos indicará que el tratamiento es el correcto.
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