¿Cuánto dura un embarazo gemelar? Cada día son más frecuentes, pero su control y terminación son diferentes a las de un embarazo y parto con un solo feto.
El embarazo gemelar termina antes. Es conocido que uno de los principales problemas de las gestaciones gemelares es la prematuridad.
Un embarazo simple dura 280 días, es decir 40 semanas contadas desde el primer día de la última regla.
En teoría, un embarazo gemelar debería de durar lo mismo. Pero en la práctica no es así. Los partos gemelares se adelantan. Por otro lado, llega un momento en el que los riesgos se acumulan y es más razonable el terminar la gestación.
En el artículo de hoy te comento la conducta más habitual en cada caso.
La frecuencia de gemelos va en aumento, gracias a las técnicas de reproducción asistida. La tasa de gemelos en embarazos espontáneos es del 1-2%. Por el contrario, en países más desarrollados y con amplia difusión de las técnicas de reproducción asistida, su frecuencia se ha duplicado a casi el 4 % del total de embarazos.
Un 15% de las parejas se consideran estériles, tienen problemas para conseguir embarazo, y son sometidas a técnicas de reproducción asistida. Lo habitual al hacer una FIV (fertilización in vitro) es introducir dos óvulos fecundados en cada ciclo o intento. En un porcentaje no desdeñable anidan ambos embriones, originando un embarazo gemelar.
Conceptos básicos sobre el embarazo gemelar
En un artículo anterior te he hablado de la gestación gemelar y convendría revisar este enlace.
Otras cuestiones que siempre generan dificultad para entender y que quiero aclararte son:
- Mellizos o gemelos
- Gestación monocorial o bicorial
- Gestación monocigota o bicigota
- Gestación monoanmiótica o biamniótica
En ginecología hablamos siempre de gestación gemelar cuando tenemos dos fetos. Pero, en la práctica, si ambos son genéticamente distintos se denominan mellizos (dos hermanos que coinciden), y si son genéticamente idénticos se llaman gemelos (en sentido estricto).
Si estás embarazada de dos fetos, proceden de reproducción asistida y te han introducido dos embriones, tus hijos serán mellizos en la mayoría de los casos: dos hermanos que coinciden y genéticamente distintos.
Siguiendo con este concepto, llamamos cigoto o huevo al inicio del futuro embrión. Cada cigoto tiene una carga genética. Si el embarazo gemelar tiene la misma carga genética, se llama monocigota. Es un mismo huevo que se divide dando lugar a dos embriones genéticamente idénticos. Son monocigotos y, por tanto, gemelos (en el sentido coloquial).
Los gemelos dicigotos proceden de cigotos distintos, tienen carga genética distinta (se parecen como hermanos) y los llamamos mellizos (en sentido coloquial).
En la práctica, cuando vienes embarazada a la consulta y tienes dos embriones dentro del útero, nunca sabemos con exactitud si son mellizos (bicigóticos) o gemelos (monocigotos). Al hacer una ecografía observamos las placentas, pero no sabemos la «cigosidad».
Si tienen la misma placenta se denominan monocoriales y si tienen placentas distintas se denominan bicoriales.
Todos los gemelares monocoriales son monocigotos. Pero no todos los embarazos gemelares bicoriales son bicigoticos, aunque sí la mayoría. El 90% de los embarazos gemelares con placentas separadas son, por tanto. mellizos. Un 10% proceden de un huevo que se ha divido a los pocos días de la fecundación originando dos embarazos, dos fetos y dos placentas, pero genéticamente iguales.
Por tanto, los conceptos de cigosidad y corionicidad (cigoto y placenta) no son exactamente iguales.
Se que no es fácil de entender, pero condiciona la conducta que aplicamos a los embarazos gemelares.
Las gestaciones monocoriales tienen mayor riesgo que las gestaciones bicoriales. Este concepto es básico y es lo primero que determinamos al hacer la primera ecografía de control de tu gestación.
Para complicar aún más las cosas, las gestaciones monocoriales (una placenta) pueden a su vez tener una o dos bolsas amnióticas. Es decir, ser monocorial monoamniótica o biamniótica.
Las gestaciones monocoriales monoamióticas (dos fetos en la misma bolsa) son muy raras, afortunadamente solo el 1 %. Digo afortunadamente, pues lo riesgos de complicaciones son muy altos y tiene una tasa de muerte de algún gemelo del 40 %. ¿Comprendes ahora la situación?
¿Cuándo se termina una gestación gemelar?
La respuesta es sencilla: cuando los riesgos de mantener la gestación superen a los beneficios. El principal riesgo de adelantar un parto es la prematuridad.
En un embarazo simple (un solo feto) consideramos embarazo a término a partir de las 37 semanas. Todos los fetos por debajo de 37 semanas son prematuros.
Otro concepto es el de madurez pulmonar fetal. El pulmón es el último órgano de tu bebé en madurar. Se considera que alcanza la madurez pulmonar sobre las 34 semanas. De hecho, cuando tenemos que terminar una gestación antes de las 34 semanas, le administramos corticoides para acelerar con fármacos dicha maduración en el feto.
¿Por qué terminar una gestación gemelar?
Los embarazos gemelares tienen una mayor tasa de malformaciones y otros defectos congénitos, retraso de crecimiento fetales, partos pretérminos, parálisis cerebral, accidentes del cordón umbilical, síndrome de transfusión feto – fetal y muertes fetales.
Pero además, como madre, tienes más riesgos de diabetes, hipertensión y complicaciones en el parto.
Estos datos nos obligan a limitar tu tiempo de embarazo, buscando un equilibrio entre el riesgo de sacar a los bebés y el riesgo de dejarlos dentro.
Por supuesto intentando que sea después de las 34 semanas, que es el momento de alcanzar la madurez pulmonar.
Para tomar la decisión nos basamos en el riesgo de cada tipo de gestación y establecemos tres grupos de riesgo:
Gestación monocorial monoamniótica:
Los dos fetos comparten placenta y bolsa. Son gemelos genéticamente idénticos.
Los riesgos son muy altos, 40% de mortalidad de alguno de los gemelos. Este dato, ya de por sí relevante, nos obliga a terminar pronto la gestación.
No todos los hospitales o países tienen los mismos medios técnicos. Cada centro hospitalario establece sus protocolos. En países desarrollados, y en hospitales de III nivel, se tiende a terminar estos embarazos hacia las 32-34 semanas y mediante cesárea. El parto vaginal tiene más riesgos para estos fetos monocoriales monoamnióticos. Por supuesto, y dado que no se ha completado la madurez fetal, se te administran previamente corticoides para acelerar la maduración pulmonar del feto.
Gestación monocorial biamniótica:
Son dos fetos que comparten placenta pero tienen bolsas diferentes. Son genéticamente idénticos, proceden del mismo huevo o cigoto.
Estos gemelos presentan un riesgo intermedio. No existe una fecha concreta, y tendrás que consultar con tu centro hospitalario. En general se recomienda la terminación sobre las 36-37 semanas.
En este caso, al igual que las gestaciones bicoriales, la vía del parto puede ser vaginal.
Gestación bicorial (biamniótica):
Es la forma de presentación más frecuente. El 90 % son dicigotos y genéticamente distintos, es decir, son dos hermanos que coinciden (proceden de dos huevos o cigotos distintos). Son embarazos gemelares de bajo riesgo y su terminación puede ser entre las 37 y 40 semanas.
Aquí, en la práctica, distinguimos dos situaciones en función de la vía del parto que se haya decidido. Si ambos fetos están de cabeza (40%), te dejamos que te pongas de parto hasta el límite de las 39-40 semanas.
Por el contrario, si el primer gemelo está en situación transversa o nalgas (20%) se realiza una cesárea electiva sobre las 38 semanas (37-38 semanas).
Nos queda una tercera posibilidad, en la que no hay consenso absoluto. Una vez más dependerá del centro hospitalario que te atienda: primer gemelo de cabeza y segundo de nalgas o transversa. Otro 40%. En este caso, la morbilidad del segundo feto es algo mayor que si estuviese de cabeza y la experiencia de los ginecólogos en partos de nalgas o en transversa es cada vez menor. En muchos centros hospitalarios realizan una cesárea electiva también.
Si estás embarazada de gemelos, es normal que tengas una mayor incertidumbre. Habla con tu ginecólogo y plantea todas las dudas. No existe una fecha exacta para terminar, los datos son orientativos y las decisiones deben ser consensuadas contigo, como madre, en función de las características de tu embarazo.