Los entuertos son contracciones involuntarias del útero en los primeros días tras el parto para evitar que tengas un sangrado excesivo tras el alumbramiento de la placenta.
Si has tenido ya algún parto, sabrás fácilmente identificar lo que son los entuertos. Hoy dedicaremos el artículo a saber más sobre ellos.
¿Qué son los entuertos?
Puede que no te hayas dado cuenta, pero el útero es un músculo. La pared del útero es fibra muscular y cómo tal su misión es contraerse. Los dolores de la menstruación, los orgasmos, el parto, los entuertos, etc son contracciones del útero.
Pues bien, tras la salida de la placenta, el útero sigue contrayéndose para reducir su volumen y hacer que vuelva rápidamente a su tamaño normal. Para ello se contrae una y otra vez. Los entuertos son contracciones.
¿Cómo se producen los entuertos?
La contracción uterina viene determinada por una hormona: la oxitocina. Es una hormona muy conocida. Se segrega durante el parto para provocar las contracciones durante la dilatación.
Habrás oido hablar del famoso «gotero» en el parto. Pues bien, la medicación que se pone en el suero cuando estás de parto es la misma: oxitocina.
Administrada de forma artificial (vía intravenosa) o bien segregada de forma natural por la glándula hipófisis (situada en el cerebro, detrás de los ojos), esta hormona es la responsable de que él útero se contraiga.
¿Para qué sirven los entuertos?
Cuando expulsas la placenta, se queda un lecho sangrante dentro del útero que debe cerrarse lo antes posible. La forma natural es la contracción uterina. Tras el alumbramiento, el útero se contrae fuertemente reduciendo a la mínima superficie el lugar donde antes estaba la placenta.
En los primeros días tras el parto, este sangrado va siendo cada menor gracias a los entuertos. Cuando el útero ha vuelto a su tamaño normal, los entuertos desaparecen. Suelen durar unos días.
En ocasiones quedan restos de placenta y coágulos tras el parto, y son los entuertos los encargados de hacer que el útero los expulse al contraerse.
¿Son iguales en todas mujeres?
Obviamente no. Cada mujer siente de una forma. Cada embarazo y parto son distintos. Unas mujeres tienen más entuertos, o son más dolorosos, que otras.
Incluso en la misma mujer, en unos partos serán mas intensos que en otros.
En general, el primer parto provoca menos entuertos o son menos intensos que en los embarazos siguientes. En el primer parto el útero vuelve a la normalidad (en volumen) más rápido y más fácilmente.
La retención de coágulos o de algún resto de placenta también favorece la aparición de entuertos más intensos y frecuentes.
Pero además existen otros factores…
Si te han realizado una cesárea, los dolores de los entuertos se sumarán a los dolores propios de la cicatriz uterina.
Si es el segundo o tercer parto, la intensidad es mayor. A más partos, más intensos.
Al dar lactancia natural. Cada vez que das de mamar a tu hijo, se produce un aumento en la secreción de oxitocina y más entuertos.
A mayor tamaño del bebé, es necesario mayor intensidad de contracción uterina para que útero regrese a su volumen habitual.
En los partos de gemelos, el útero tiene un gran volumen y requiere contracciones más fuertes para involucionarlo.
La gran variedad de factores que pueden influir explica las diferencias de una mujer a otra.
¿Qué significan unos entuertos excesivos?
Definir unos entuertos como excesivos no es fácil dada la variabilidad existente de una mujer a otra. No obstante, si observas que las contracciones son muy intensas puede traducir la existencia de restos de placenta o coágulos dentro del útero.
Por tanto, si notas unos entuertos excesivos, sobre todo si se asocian a sangrado, mi consejo es acudir a revisión con tu ginecólogo. Una sencilla ecografía puedes aclarar la situación al comprobar si el útero está vacío y bien contraido.
¿Cómo mejorar el dolor?
- Lo primero es saber que los entuertos son un mecanismo fisiológico y normal para evitar el desangrarse tras el parto. La información siempre reduce la ansiedad y mejorar la forma en la que te enfrentas a cada situación.
- Hacer masajes uterinos, en el bajo vientre, puede mejorar la situación. Para ello, y cuando no tengas el entuerto, puedes darte masajes suaves en la zona del útero (situado tras la vejiga). Así favoreces la contracción úterina suave y que el útero vuelva rápidamente a su situación inicial.
- Cambiar de postura y buscar posiciones en las que sientas alivio. Por ejemplo tumbarte boca a bajo sobre una almohada.
- Orinar con frecuencia favorece la involución uterina (reducción al tamaño previo del útero). Tener la vegiga llena favorece la atonía uterina en las primeras horas tras el alumbramiento.
- La aplicación de calor local provoca mejoría en algunas mujeres.
- Analgésicos habituales. Los más conocidos: paracetamol, metamizol o ibuprofeno son compatibles con la lactancia natural y los puedes utilizar sin problemas. Por supuesto, consulta con tu médico.
Con estas medidas, sabiendo que duran unos pocos días, y con la alegría de ver a tu hijo, las molestias provocadas por los entuertos serán cada vez menores. ¡Enhorabuena!
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