La rotura de bolsa amniótica puede ser espontánea o artificial, según la rompas por tí misma, o la realice tu matrona o ginecólogo.
La bolsa amniótica envuelve y aísla al feto dentro del útero, durante toda la gestación. Es útil y necesaria para el bienestar fetal. Como normal general, así lo establece ya la OMS (Organización Mundial de Salud), no debe de romperse de forma artificial durante la dilatación en un parto normal.
La bolsa amniótica tiene cómo misión principal el proteger al feto. Comprenderás fácilmente que los ginecólogos estemos siempre preocupados por ella.
Una bolsa íntegra durante toda la gestación protege al bebé mecánicamente de posibles traumatismos. Es decir, actúa como amortiguador mecánico al mantener al feto rodeado de líquido amniótico.
Por otro lado, permite que el bebé se mueva. Si no estuviese la bolsa y el líquido amniótico, el feto no podría moverse y desarrollar sus articulaciones, ni tampoco sus pulmones (moriría al nacer).
Finalmente, sirve de aislante. Evita las posibles infecciones del feto con gérmenes procedentes de exterior. La vagina contiene multitud de gérmenes.
A la vista de estos comentarios, podrás comprender el porqué siempre estamos los ginecólogos preocupados por el líquido amniótico en cada ecografía que te realizamos durante la gestación.
Tipos de rotura de bolsa amniótica
A la hora de clasificar la rotura de la bolsa podemos utilizar varios enfoques:
Según la intencionalidad…
Nos referimos a rotura espontánea cuando la rotura no es intencionada. Ocurre en 10% de los embarazos antes de ponerte de parto. El caso más típico es que estando en casa te notas mojada de pronto… como si te hubieses orinado. En la mayoría de estos casos, el parto se inicia de forma espontánea en las 24-48 horas siguientes (en más del 70-80%).
En los casos en los que no ocurre, y ante el riesgo de infección del feto, indicamos la inducción del parto.
Nos referimos a una rotura artificial de las membranas cuando se realiza de forma intencionada por el ginecólogo o tu matrona durante el parto. No se realiza de forma generalizada en partos normales que progresan adecuadamente, sino en casos concretos y con una intencionalidad justificada que después te comento.
Según el momento de la rotura…
La rotura de membranas puede ser prematura, en embarazos pretérmino, o a término.
A su vez puede ocurrir anteparto o intraparto. Cuando la bolsa se rompe antes del parto, lo habitual es que la contracciones de inicio del parto espontáneo ocurran antes de las 24-48 horas. Dado que el riesgo infeccioso aumentan a partir de ese momento, en la mayoría de los centros hospitalarios se intenta inducir el parto artificialmente a partir de las 24 horas de la bolsa rota.
La rotura de membranas anteparto es siempre espontánea. Al contrario, cuando la bolsa se rompe intraparto tenemos dos posibilidades: rotura espontánea de membranas intraparto o rotura artificial de membranas.
En la rotura espontánea durante la dilatación, el aumento de la presión en el líquido amniótico durante las contracciones termina por romper la bolsa.
En la rotura artificial es el ginecólogo o la matrona quien, ante determinadas circunstancias, decide que lo mejor para tu parto es hacer la rotura.
¿Cómo se hace la rotura de bolsa?
La bolsa amniótica es una membrana sin terminaciones nerviosas. Por tanto, la rotura de bolsa no te duele. Da igual que sea espontánea o artificial, no notas dolor. Simplemente de mojas con el líquido amniótico.
Cuando el ginecólogo o la matrona decide que en tu caso es mejor romperla artificialmente en un determinado momento intraparto, lo hace por vía vaginal.
Te explora con dos dedos e introduce una pequeña lanceta de plástico. Introduce los dedos por el cuello del útero, los apoya sobre la bolsa amniótica, y rasca la membrana amniótica. El proceso es indoloro y se tardan escasos segundos. Se debe realizar con monitorización cardiotocográfica fetal.
El color del líquido amniótico nos aporta información sobre como se ha sentido en bebé en los últimos días u horas. La aparición de un liquido verdoso, llamado meconio, indica que el bebé ha tenido algún momento anterior de menor aporte de sangre y oxígeno.
¿Cuándo se indica la rotura artificial de membranas?
Como ya hemos comentado, lo ideal y recomendable es dejar que la bolsa se rompa de forma espontánea durante la dilatación. La naturaleza decide el mejor momento para cada parto concreto.
No obstante puede que tu matrona o ginecólogo consideren que tu parto no transcurre de forma normal y necesita de este recurso. La rotura de bolsa permite acceder al feto y aumenta las contracciones en intensidad y frecuencia.
Comentado esto, indicamos la rotura fundamentalmente en dos casos concretos:
Ante la sospecha de un sufrimiento fetal: El romper la bolsa nos permite tomar una muestra, un gota, de la sangre de la cabeza del feto y hacerle un análisis. Se denomina microtoma de sangre fetal para hacer una gasometría. La gasometría consiste en analizar la composición de los gases de la sangre (la cantidad de oxígeno) y el pH.
En partos en los que la dilatación no progresa adecuadamente (parto estancado) por falta de contracciones frecuentes. Tras romper bolsa, aumentan la frecuencia e intensidad de las contracciones.
Partos en los que el inicio espontáneo, es decir, en partos inducidos por el bien materno o del feto (embarazos prolongados, madres hipertensas o fetos con retraso de crecimiento, etc. )
En conclusión, la rotura de bolsa debe ser espontánea durante la dilatación, en los partos normales. En caso contrario, fetos con sospecha de sufrimiento fetal observado en la monitorización fetal («las correas»), en partos que no progresan adecuadamente, o en aquellos partos inducidos puede realizarse la rotura artificial.