La falta de lubricación femenina o sequedad vaginal puede entorpecer una relación sexual.
La sequedad vaginal puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas (dispareunia). Una de las principales causas es la atrofia vaginal, pero no es la única. Aunque es un problema frecuente, no siempre lo consultas.
En el artículo de hoy te hablo de las causas, los síntomas y, sobre todo, de los consejos más útiles.
¿Porqué se produce la lubricación vaginal?
Habrás notado que el nivel de humedad de la vagina varía enormemente de una mujer a otra. Pero, además, algunas pacientes me consultan por querer estar más «secas» y otras al contrario. Por tanto, los niveles de humedad ideales son distintos de una mujer a otra.
Pero, incluso una misma mujer tiene distintos grados de sensación de humedad vaginal según el momento del día, situación de estrés, momento del ciclo, edad, etc. Son múltiples los factores que influyen.
La excitación en la mujer, al igual que en el hombre, produce una congestión vascular en el área genital. Es decir, aumenta la cantidad de sangre en la zona genital conforme se inicia la excitación. En algunas mujeres, en pocos minutos, notan la sensación de congestión, hinchazón y humedad en los genitales.
La congestión, en respuesta a los estímulos cerebrales propios de la excitación, aumenta la secreción de flujo vaginal, los labios se vuelven más edematosos, favoreciendo la protusión hacia afuera del clítoris y su estimulación.
La mayor humedad favorece las relaciones sexuales, protege contra las infecciones, mantiene la flora vaginal, y ayuda a la procreación.
Hasta ahora son todo ventajas, pero es un mecanismo muy sutil y fácilmente se altera.
¿De dónde proviene el flujo vaginal?
El flujo vaginal, fuera de la menstruación, se origina por :
- Trasudado desde las propias paredes de la vagina. Es el mecanismo básico durante la excitación junto con la secreción a través de las glándulas de Bartolino.
- Secreción por las glándulas de Bartholino, situadas a ambos lados de la entrada de la vagina.
- Secreciones procedentes del cuello del útero.
¿Qué factores dificultan o modifican la lubricación vaginal?
Los factores y causas son múltiples. Algunos son fisiológicos y otros no. Te los comento:
Edad: la lubricación es menor antes de tener reglas en las niñas pequeñas. La lubricación es máxima durante la etapa fértil de la mujer, y mínima con menopausia por la atrofia de los genitales.
Ciclo menstrual: Como ya te he comentado, la lubricación depende del nivel de hormonas. Son los estrógenos, segregados por los ovarios, los responsables de la mayor lubricación. En los momentos del ciclo en los que predominan los estrógenos (desde la menstruación hasta la ovulación), te notas más húmeda.
En la ovulación se produce un pico hormonal y una gran cantidad de secreción vaginal procedente del canal endocervical. La humedad vaginal es máxima en las horas que dura la ovulación.
Vaginitis: Las infecciones vaginales modifican las secreciones vaginales. De hecho un aumento de flujo puede significar una infección o vulvovaginitis
Falta /exceso de estrógenos: Los estrógenos regulan la permeabilidad de la mucosa vaginal. A más estrógenos, más secreción vaginal. Por el contrario, la falta de estrógenos (como en la menopausia) por no funcionamiento de los ovarios, ocasiona atrofia de la vagina, menor humedad y menor respuesta a la excitación.
En los tratamientos para la menopausia usamos estrógenos locales en cremas, orales, en parches, etc para conseguir disminuir la atrofia genital.
No es necesario llegar a los 52 años y entrar en menopausia para notar una progresiva disminución del flujo vaginal. En la premenopausia (si tienes más de 40 años), ya vas notando mayor sequedad vaginal en el día a día y durante tus relaciones sexuales.
En el puerperio, tras el parto, también tienes unos meses de sequedad vaginal.
Excitación y deseo sexual: a mayor deseo sexual, mayor lubricación. Esta respuesta fisiológica es casi automática, en pocos segundos en algunas mujeres. Con el paso de los años, la respuesta es mas tardía y necesitarás más minutos «de excitación y juegos amorosos» para conseguir la humedad vaginal necesaria para que las relaciones sean placenteras.
Atrofia vaginal: no es un factor independiente de los anteriores. La edad, la disminución de estrógenos con los años y, sobre todo, en la menopausia terminan por atrofiar la mucosa vaginal. La vagina, con la atrofia, no se humedece con facilidad.
Medicamentos: son muchos los medicamentos que actuan sobre la lubricación vaginal. Los principales son los antidepresivos, sedantes y similares. Actúan a nivel central. Inhiben el deseo sexual, disminuyen la excitación y la respuesta del organismo. Menor exitación supone menor lubricación. Todo dificulta el orgasmo en mujeres que toman antidepresivos.
Por otro lado, y menos conocido, es el efecto de los anticonceptivos. Éstos fármacos, por su efecto hormonal, también producen o favorecen la sequedad vaginal.
Drogas: como el alcohol, tabaco, etc.
Estrés. Es posible que no te hayas parado a observarlo. Pero las situaciones o épocas de estrés disminuyen la humedad vaginal, el deseo sexual y dificultan el orgasmo. Este factor es mucho más frecuente de lo suponemos en las alteraciones del flujo vaginal.
Enfermedades médicas: por supuesto que influyen estados como el de diabetes o hipertensión, entre otros.
¿Qué consejos o recomendaciones hay para mejorar la lubricación vaginal?
La cantidad ideal de flujo vaginal es muy subjetiva.
Puedes tener un exceso de flujo en caso de infecciones vaginales, embarazo, cuello del útero inflamado o un nivel de estrógenos excesivo (tumor de ovario, medicación excesiva, etc). En estos casos mi consejo es ir al ginecólogo para hacer una exploración ginecológica y ecografía, y valorar tratamiento en su caso.
Al contrario, el déficit de lubricación puede mejorar con las siguientes recomendaciones:
- Beber muchos líquidos.
- Mantener una vida sana con ejercicio moderado.
- Mejorar la higiene vaginal y evitar las infecciones.
- Suspender los anticonceptivos hormonales, si los estás tomando.
- Evitar el stress.
- Tomarte más tiempo para el juego amoroso de excitación precoital. Es fundamental.
- Revisa los factores anteriores para evitarlos en lo posible.
- Usar hidrantantes vaginales. Son cremas específicamente comercializadas para ello. Puedes usarlas sin mayores problemas, unas dos a tres veces por semana al acostarte.
- Usar lubricantes para las relaciones sexuales. Son cremas, igualmente de venta en farmacias, creadas para su uso durante el acto sexual, a diferencia de las anteriores.
- Uso de tratamiento con estrógenos, bien en crema vaginal o por cualquier otra vía. En este caso, y si las medidas anteriores no funcionan y estás en menopausia, puedes consultar con tu ginecólogo para que te oriente sobre qué producto se adapta mejor a tu situación.
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